Acabo de leer LA CARA OCULTA DEL PETROLEO del periodista francés Eric Laurent. (link a su web).
La editorial (Arcopress) dice de este libro: "El control del petróleo ha sido para las grandes potencias uno de sus principales objetivos. De su dominio depende su poder hegemónico. Actualmente quedan numerosos misterios por resolver. La cara oculta del petróleo es resultado de largas investigaciones realizadas por Éric Laurent en China, Asia central, la zona del mar Caspio y el golfo Pérsico. La famosa crisis petrolera del setenta y tres no fue más que una manipulación, el resultado de un acuerdo entre los países de la OPEP y las grandes compañías petroleras. Washington utilizó petróleo de Arabia Saudí como arma para provocar el hundimiento de la Unión Soviética. Las cifras relativas a las reservas mundiales de petróleo son totalmente falsas y aumentadas deliberadamente por los países productores... la realidad, aún hoy, es un secreto de estado".
Este es un libro, sin duda, turbador. Comparto varias de sus tesis, aunque otras no tanto o nada en absoluto.
Según el periodista francés las compañías petrolíferas internacionales y los estados productores nos mienten sobre las reservas de petróleo existentes (que son mucho menores de lo que nos dicen -el autor, citando a repurtados científicos con amplia experiencia sobre el terreno, habla de entre un 40% y 60% menos de lo que nos cuentan oficialmente-), el ritmo de consumo es mucho mayor (especialmente con la inclusión de China y la India en el club de los grandes consumidores) que el de extracción y nuevos descubrimientos, cada vez es más difícil y caro encontrar petróleo y dado que esta fuente de energía se agota la lucha por su control es clave geoestratégicamente. Todos estos asertos los comparto sin problema alguno.
Ahora bien el autor francés también entiende que el petróleo no es sustituible por ninguna otra fuente de energía ni materia prima, que las otras fuentes de energía nunca tendrán la eficiencia y eficacia del oro negro y que según se vaya agotando el petróleo nuestra civilización decaerá por falta de energía y guerras por el control de la poca que quede. Todo este apocalipsis no lo suscribo de ninguna manera. Creo que el autor francés subestima a las otras fuentes de energía y mitifica al petróleo como materia prima industrial insustituible. Laurent sobrevalora al aceite de piedra (el vocablo petroleo proviene del latín aceite de roca) y minusvalora la capacidad científica y tecnológica de la humanidad.
Lo que más me ha gustado del libro es el recorrido histórico por el petróleo y su geopolítica (geopolítica petrolera), en la mayor parte de los capítulos al calor de los personajes históricos claves en la historia del petróleo entrevistados por el autor. Esta parte histórica y periodística es, para mi, la más interesante del libro.
Con sus excesos y defectos, creo que es una obra interesante.
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