En los últimos días he leído cuales van a ser los destinos profesionales de dos personas que dejan la política de primera línea. Me refiero a Javier Madrazo, antaño Coordinador General de EB Berdeak y Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, y Joseba Azkarraga, hasta hace unas semanas Consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social del Ejecutivo vasco.
Pues bien, el Sr. Madrazo, docente y funcionario de carrera, vuelve a un Instituto (por cierto, de los durillos) a dar clases que es exactamente lo que hacía antes de entrar en política. Si ustedes navegan por los foros verán que tal movimiento ha sido criticado y que algunos gestores de foros en internet ni siquiera han bloqueado los insultos aberrantes e injustificados contra el Sr. Madrazo. El Sr. Azkarraga, cooperativista y empleado en excedencia de la Caja Laboral, no vuelve a su antiguo empleo y es fichado como Consejero Delegado por Construcciones Galdiano (más de 200 empleados y radicada en Gipuzkoa). El movimiento profesional del Sr. Azkarraga (palmariamente legal y legítimo, pero vamos a llamarlo glamuroso) no ha recibido críticas y en la prensa 1.0 y 2.0 (foros incluídos) la cosa parece de lo más normal. Me parece que hay una doble vara de medir evidente.
Una ya va cumpliendo años y en las últimas dos décadas ha visto salidas de la política hacia grandes despachos de abogados, consultoras, empresas industriales, constructoras, de servicios, de tecnología, etc. Nunca ha suscitado demasiadas críticas. Llama por tanto la atención la inquina con la que se critica al Sr. Madrazo. Supongo que mucho de ese odio tiene que ver con que estamos ante un Sr. que ha tomado decisiones públicas en un sector de la economía vasca que pesa decenas de miles de millones de euros, el mismo ha adminsitrado un presupuesto de más de 3.000 millones de euros y nadie ha podido sacar a la palestra ni la más mínima corruptela en materia de contratación pública y vivienda. tengamos en cuenta que el Sr. Madrazo ha vivido, vive y vivirá en el barrio de Rekalde de Bilbao (que no es precisamente Neguri). Si a esto le añadimos que el Sr. Madrazo ha rechazado empleos muy bien pagados y de cierto brillo socio-empresarial y se ha vuelto la docencia pública, quizás podamos comprender parte del cabreo general con el Sr. Madrazo. El Sr. Madrazo es un ejemplo. A través de su forma de salir de la política se evidencia que otros no lo han hecho como él, sino que son premiados por empresas privadas por no se sabe muy bien que.
Dicho todo lo anterior, quiero dejar claro que las personas que dejan la política tienen todo el derecho del mundo a trabajar en el sector privado y que, si tienen una preparación adecuada, es lógico que en algunos casos ocupen puestos de responsabilidad en el mundo corporativo privado. Pero todos sabemos diferenciar entre un fichaje lógico y razonable (preparación, experiencia, habilidades, etc; vg. el Sr. Imaz por Petronor) y otro injustificable (ausencia total de perfil profesional alguno; vg. el millón de euros que cobra al mes el Sr. Zaplana en Telefónica por llevar los asuntos europeos de esta multinacional, cuando no habla ni inglés ni francés ni alemán y no tiene preparación académica alguna).
Yo mismo me encuentro en estos momentos en tránsito desde la política (para mi un servicio a la comunidad que solo debe ser temporal) al ejercicio privado de mis habilidades profesionales. Pero tengo claro a donde no debo ir (una empresa constructora) y a donde si tiene su lógica que vaya (algo relacionado con el derecho, la economía, las políticas públicas, el urbanismo, la gestión, la universidad ... dado que esta es mi preparación académica y profesional).
Sea como fuere, creo que los fichajes estelares y muchas veces difícilmente justificables le seguirán pareciendo bien a mucha gente y que un ex lider político se vuelva a un instituo público a dar clases le seguirán molestando a otra mucha gente. ¡ Menudo país !
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