Hace unos días, una manifestación contra las políticas de Berlusconi en Italia, en la que Walter Veltroni afirmó que Italia es un país antifascista, me dejo pensativo.
En Italia, Francia o Alemania tiene claro el origen antifascista de sus actuales democracias.
Nosotros también tuvimos nuestro fascismo, de menor intensidad (al menos en las dos décadas finales), pero mucha mayor duración. Nadie parece atribuir a nuestra democracia una raíz antifascista, y tiene su lógica, pues nuestra transición a la democracia estuvo vigilada por los poderes fácticos del antiguo régimen. Nuestra democracia no tiene una génesis antifascista.
A pesar de todo lo anterior, me da una tremenda pena que aqui llamemos recuperación de la memoría histórica, a lo que tendríamos que estar llamando homenaje a la lucha y valores del antifascismo.
Hay que confrontar a los relativistas históricos que niegan la condición de fascista al régimen de Franco. Es necesario que nuestra democracia también beba de los valores y figuras del antifascismo español y europeo.
En caso contrario, estaremos poniendo alguna base para la repetición total o parcial del fascismo español.
PD: la foto es de una manifestación de socialistas italianos contra las políticas de Silvio Berlusconi.
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