Hace ya algún tiempo que leí Gomorra, un ensayo del periodista italiano Roberto Saviano sobre el poder económico, social, político, mediático ... de la Camorra napolitana. Es un libro de rápida y trepidante lectura, pero de lenta y dolorosa digestión.
La editorial española del libro (Debate Editorial) dice del mismo:
Estamos, sin lugar a dudas, ante uno de los ensayos periodísticos de más fuerza de las últimas décadas. Un libro extraordinario por muchas razones. Extraordinario por ser evidente que escribirlo le puede costar a Saviano la vida y ya le ha supuesto llevar escolta 24 horas al día y no poder vivir con normalidad en su Campania e Italia natales. Extraordinario por lo bien documentado que está. Por mucho que Saviano diga que casi todo lo que se cuenta en el libro era desde hace años de común dominio en las calles de la Campania italiana, es obvio que Saviano ha trabajado duramente y peligrasamente en este libro. Extraordinario por lo bien escrito que está. Saviano es un joven maestro de la prosa (mitad periodismo, mitad ensayo y sin novelar tiene la prosa de los mejores novelistas), algo que empieza a no ser muy frecuente en los medios de comunicación actuales, masacrados por las prisas digitales de las que este periodista italiano, por edad, podría perfectamente ser víctima. Extraordinario por su endiablado ritmo. Es casi imposible dejar de leerlo. Te atrapa por completo Y, en fin, extraordinario por la profundidad analítica de su ensayo. En ningún momento Saviano parece un periodista-ensayista de apenas treinta años.
Como consecuencia de todo lo anterior, Saviano describe, documenta, explica y teoriza sobre una Italia y Europa enfermas económica, social, política y moralmente como consecuencia de la gangrena mafiosa. Nada de lo que cuenta sería posible sin contar con una sociedad, una política, unas instituciones, unas finanzas y una etica social enfermas, pusilanimes, tolerantes, cuando no conniventes o asociadas. El libro de Saviano tiene múltiples virtudes, pero sin duda su principal aporte socio-político ha sido, además de despertar muchas conciencias en Italia, ayudando incluso a crear una incipiente contestación ciudadana en la mismisima ciudad de Napoles, contribuir a europeizar o universalizar el problema de la camorra. Justifica, con todo tipo de datos irrefutables, que la Camorra es un problema de la Campania y de toda Italia, pero también de la UE y del planeta en su conjunto. Las conexiones de esta criminalidad organizada con otras criminalidades similares son de un potencial nocivo sin límite para la humanidad en su conjunto. Si la Camorra, la Mafia, la Engrangeta y la Sacra Corona Unita se siguen considerando como problemas napolitanos, palermitanos, calabreses o puglianos no hay mucho que hacer contra ellos. Estamos ante criminalidad global que debe ser atacada de forma global.
Saviano se nego a permanecer en silencio y escribió. Ahora Saviano nos pide a todos que no veamos este problema como algo lejano y nos demanda que leamos y nosotros tampoco callemos. Entiende él, con acierto creo yo, que estas tramas criminales se pueden sostener en pie gracias al silencio colectivo. Y con su obra (y la de otros autores menos populares) ese silencio empieza remitir. Solo puedo decir una cosa: gracias Roberto por jugarte la vida y abrirnos los ojos.
PD: en el caso de los españoles Saviano nos deja bien claro que buena parte de España, no es que esté próxima a la criminalidad organizada italiana, sino que es parte de su núcleo duro; no es que nos afecte, sino que somos parte consustancial de ello.
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