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TEMPURA DE IDIAZABAL CON SALSA DE MIEL Y NUECES Y HELADO DE CUAJADA

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Os dejo un postre que mi amigo Roberto (del que ya os he hablado repetidas veces) borda:

MUY CALIENTE

- partir lascas de queso Idiazabal (o el que consideréis, pero que sea un queso con personalidad fuerte y textura dura que permita rebozarlo) muy finas (sobre medio centimetro de grosor).

- rebozar en harina de tempura (que ya va siendo más normal encontrala en las tiendas)

- freir

TEMPLADO

- majar nueces en un mortero.

- mezclar con miel diluida en agua (una de las cosas más antiguas de la cocina euroepa creada por los romanos y que se llamaba entonces hidromiel); la miel se mezcla mejor si no está fria, pero cuidado con calentarla demasiado

- mezclar y hacer una salsa

- preparar nueces enteras sin trocear.

- reservar

HELADO

- en este caso de cuajada (se puede comprar hecho o hacerlo uno mismo, lo que es para nota: caramelizar azucar en una sarten, mezclar con cuajada y queso fresco, remover y convertir en helado con una sorbitera)

- pero también se puede hacer con helado de dulce de leche (que se vende ya hecho y muy bueno de cierta marca que no diré pero que seguro que algiuno sabe cual es)

- reservar

Como veis es un postre de tres temperaturas y tres texturas. Se hace en el orden inverso al que os lo he contado: primero se hace el helado, despues la salsa y finalmente la tempura. Se emplata como uno considere, aunque lo lógico es usar la tempura de queso de base, acomparñar de un par de bolas de helado y después salsear y espolvorear con las nueces no trocedas.

No es precisamente un postre fácil de hacer. Y tampoco es de régimen. Pero está buenísimo.

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