En los últimos casi cinco años he estado muchas veces ingresado en varios centros de Osakidetza (el Servicio Vasco de Salud).
Sufro de vez en cuando infecciones biliares que me obligan a pasar tiempo ingresado, como consecuencia de una lesión producida en una cirujía, vamos a decir, no realizada satisfactoriamente (me estoy mordiendo la lengua para no decir lo que de verdad pienso). Y hace dos años tuve un cancer que me tuvieron que tratar con cirijuia y quimioterapia.
En estos momentos vuelvo a estar ingresado por otra de mis infecciones.
Tengo 37 años, así que, para mi edad, estoy bastante baqueteado hospitalariamente. Y aún creo que me queda un cierto recorrido por hacer.
Nunca he compartido esta parte de mi vida (por llamarla de alguna manera) con vosotros en el blog. Mi familia, amigos y compañeros de trabajo lo sufren de vez en cuando. Pero a vosotros no os había hecho ninguna referencia.
Estar enfermo, en primer lugar, me produce dolor (lo obvio, los dolores de la enfermedad). Pero a esto hay que añadir otra serie de transtornos. Mi mujer y mi familia sufren. Me apoyan con la mejor de sus sonrisas, pero yo sé que sufren. Sufren porque me quieren y eso está muy bien (su amor), pero sufren. Mis amigos se preocupan. Sé que se preocupan pues son mis amigos, pero se preocupan. Y mis compañeros de trabajo sufren los inconvenientes de mi falta unos días (retrasos, sobrecarga de trabajo sobre alguno de ellos, ajustes, etc). La enfermedad y los ingresos también me producen cierto abatimiento al principio, ansiedad por salir a la vida civil y después ganas de comerme el mundo una vez que salgo, aunque a veces salgo muy justito de combustible y hay que ir poco a poco. Nada que no le pase a ningún otro enfermo.
A familia y mujer (sobre todo), amigos, compañeros ... gracias por todo.
En mis días y noches en Osakidetza he visto de todo. Y de esto precisamente quería hablaros principalmente.
- En primer lugar debo decir que los profesionales de Osakidetza me han tratado siempre (salvo una concreta cirujana) de maravilla. Nunca les he felicitado expresamente por su profesionalidad, dedicación y entrega. Y ahora lo hago. Muchas gracias por vuestro trabajo. Diréis que es un curro como otro cualquier y que no hay razón para agradecerles nada. Y la verdad es que la sanidad ni es un trabajo como otro cualquiera ni es cierto que no tenga nada que agradecerles. Me han curado, calmado, aconsejado, atendido y, a veces, cuando pierdo la paciencia, aguantado con profesionalidad y el mejor de los talantes. Obviamente no puedo decir esto del 100% del personal con el que me he cruzado, pero si de más del 98%.
- He compartido habitación con docenas de compañeros. Jovenes y mayores. Con enfermedades graves y menos graves. Compañeros de habitación más o menos cómodos, con familias más o menos agradables. En habitaciones mejores y peores. Me han impresionado especialmente algunas cosas.
- Estado yo bastante fastidiado, compartí habitación con un venerable anciano que se murió. Las enfermeras me sacaron a toda leche de la habitación minutos antes de que el Señor muriera. Querían que la familia estuviera sola en la habitación en esos, a la postre, últimos segundos de vida de su familiar. Al anciano no le volví a ver nunca y solo ví como se lo llevaban en una camilla-feretro metálico. He visto varias veces más ese artilugio en mis ingresos y siempre me ha impresionado. Sabes que lleva un muerto o lo va a llevar.
- En otro acasión compartí habitación con un chico joven, agricultor y ganadero alavés, que tenía mal de Crohn y no se quejaba nunca de nada. Era una persona encantadora que llevaba con fuerza y entereza indescriptible su enfermedad, que es, sin más, una cabronada del destino en alguién joven. Su determinación por la vida me marcaron.
- He compartido habitación con varios chicos jóvenes con problemas digestivos serios ocasionado, según los médicos, por su estilo de vida y, según ellos, por la mala suerte. A alguno de ellos lo he vuelto a ver por la calle y por la pinta que tenían (bastante buena) creo que ellos mismos han aceptado la realidad y se han empezado a cuidar.
- He compartido habitación con personas cuya madre o mujer ha liado la hebra a base de bien con la mía. Cosa que supongo les habrá venido bien a las dos madres en una tesitura dificil para ellas. Recuerdo especialmente una mujer de Bermeo que acompañó mucho a mi madre con su conversación.
- Compartí habitación una vez con un señor de cierta edad al que venía a visitar todas las personas de más de 50 años de la provincia de Lugo. Bueno, si no fueron todos los habitantes seniors de Lugo, la cosa estuvo cerca. ¡Que trajín y que gentio! Yo además estaba jodido y lo que necesitaba era silencio. Por cierto, creo que el Señor también hubiese agradecido un poco de silencio.
- He estado ingresado en una habitación de Cruces y diez habitaciones más a la derecha estaba ingresada Belen Bilbao, Directora de Drogodependencias del Gobierno Vasco, compañera mía de departamento. El entonces Viceconsejero de Asuntos Sociales, Angel Elias, venía a verla a ella y después se pasaba a charlar conmigo. Un cuadro.
- He visto como una de las enfermeras de larga trayectoria se jubilaba después de haberme recibido varias veces en mis ingresos con la consigna de "Buron, ¿otra vez por aqui? Cuando nos lo han dicho en la urgencia, no me lo podía creer".
- En mis noches de más duro insomnio oí en la radio los programas que hablaban de como millones de españoles se manifestaban contra la guerra de Irak y de los consiguentes los tumultuosos plenos del Congreso de los Diputados.
- Después de cada sesión de quimioterapia pensaba que no era posible tener más dolor, pero cuando llegaba a la siguiente me daba cuenta de que estaba equivocado.
- En mis ingresos he pasado bastante hambre. En digestivo cuando te ponen a dieta absoluta sabes que te va a costar beber y ya de comer casi ni hablamos.
- He trabado cierta relación con algunos médicos. Citaré dos casos realmente graciosos. Cierto médico de Barakaldo que hacía guardías de noche, si yo estaba de insomnio, se me acercaba y me decía "¿hablamos?" y nos podían dar las seis de la mañana, dale que dale. El es un polemista y dialéctico incansable y nunca le he agradecido sus charlas y su buen rollo. En el otro caso, dos médicos jóvenes, chico y chica, del mismo equipo empezaron a salir juntos, salieron y dejaron de salir y yo me fui enterando de todo al ritmo de mis ingresos. A mi familia y a mi nos dio pena que rompieran ... vamos todo muy de patio de corrala.
- Hay muchas cosas, de los momentos más duros, que ni siquiera las recuerdo yo. Son mis familiares los que me las han contado. Y muchas veces, cuando me las relatan me parecen que hablan de un tercero, no de mi.
- He leido mucho en mis ingresos y últimamente también he blogeado. En algunas ocasiones he trabajado desde el hospital, pero creo que eso me ha dado muchos más problemas que beneficios.
- He asistido a varias protestas laborales y huelgas en Osakidetza.
- Cuando me empezaron a ingresar no tenía sobrinos y ahora tengo dos que nunca han subido, ni subirán, a la planta de hospital.
- Hoy aprecio el verdadero valor de algunas drogas (legales y hospitalarias).
- He escuchado pasos a toda leche de mucha gente a mitad de la noche y he pensado: malo, muy malo. Y a la mañana siguiente me he enterado de si fue malo, muy malo o peor.
- He caminado por los pasillos del hospital en bañador durante una ola de calor que hace unos veranos hubo unos días de julio y que hacía insoportable llevar mucha ropa en el hospital (los hospitales estan siempre a mil grados).
- He tenido mis peores pesadillas en los hospitales. Una vez soñe que me arrancaba una serpiente que me había entrado por la boca. A la mañana siguiente el médico estaba realmente contrariado, pues me había arrancado la sonda nasogastrica.
- He hablado mucho con mi familia y, siempre que la fiebre lo ha permitido, me ha dado tiempo a reflexionar sobre el rumbo de mi vida.
Siempre que me curan salgo a la calle con más ganas de hacer cosas y con la volutad de no volver, pero hasta la fecha siempre he vuelto.
No sé porque os cuento todo esto. Supongo que se debe solo a que estoy ingresado, esta noche con insomnio y con ganas de exorcizar fantasmas a base de escritura. Por lo tanto, perdonadme la chapa.
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Comentarios
Pues mucho ánimo.
Yo últimamente también ando bastante entre médicos y buh... menudo coñazo, jeje.
Pero bueno, recupérate lo antes posible y a ver si te va mejor en el futuro tu enfermedad.
Salud.
Aupa Javi,
pues te digo como Pedro: mucho ánimo, aunque se que lo tienes. Y sobre todo me alegro de que por fin te tomes las cosas"laborales" con calma en estas situaciones. Se que te resulta muy difícil, por tu entrega, pero tu salud te lo agradecerá.
Miralo por el lado bueno: si volvemos a entrar en algún gobierno, tendremos un excelente Consejero de Sanidad o, quien sabe si ministro :-).
Un abrazo.
Hola de nuevo Javier.
Amar la propia vida, luchar por ella como tú luchas, es quizá la razón que explica tu compromiso y tu entrega para hacer algo mejor la de los demás.
Ánimo y un fuerte abrazo.
Hola Javi, es una pena pero, lo importante es conservar el animo dentro y fuera del hospital y no pensar demasiado en los posibles ingresos. Espero que salgas pronto
Muchos besos
No hay nada que perdonarte y mucho que agradecerte por ese post tan sincero e impresionante.
Ojalá que estés pronto en la calle para seguir haciendo todo lo que te gusta.
Un saludo,
¡Muchas gracias por tu sinceridad!
¡Ánimo y un abrazo enorme que te ayude a sacar toda esa fuerza que tienes para curarte! :)
Espero que te recuperes pronto y que tu cuerpo aprenda a controlar los males.
Por cierto, estoy seguro que nada es en vano, y aunque espero que salgas pronto y que vuelvas poco o nada al hospital, estoy seguro que has ayudado y aportado mucho a mucha gente en tus estancias allí.
Animo Javier!! eta laster sendatu!!!
Aitor.
Javier soy un fiel de tu blog..y tus reflexiones son siempre muy estimulantes para lo que tenemos en comun - la ocupación por las personas y la vivienda- pero tambien demuestras con tus palabras muchas más cosas. Realmente llegué a sospechar algo al estar estas navidades sin ver notas, la mas minima en tu blog.
Yo tambien tengo mis lios de salud con mi hijo..pero no nos faltará el animo para seguir.
Una forta abraçada..i força.
Hola, compañero. Este post merece ser publicado como exclusiva en la blogosfera gorria y en otras blogosferas. LLeva dentro enfermedad y dolor. Es cierto. Pero yo veo en él vida y ganas de luchar. Gracias por tu sinceridad. Nos has hecho más humanos. Deseo que esta noche concilies el sueño, duermas serenamente y mañana te levantes con nuevas fuerzas. Te lo mereces. Gracias por tu entrega. Cuídate, amigo.
Animos Javi!!!!!
Soy lector habitual de tu blog y tengo que decir que para mi este post ha sido uno de los mejores, te digo esto por si has tenido alguna duda al escribirlo...un abrazo
Amigo Javier
Lo primero te deseo una pronta recuperación y te animo a seguir con este espiritu tan admirable.
Hemos debatido sobre la Y vasca, aunque por motivo de trabajo yo no te he contastado a tú ultimo post. Me encantará seguir en la pelea y, para ello, necesito que tú estés al 100%.
Un abrazo
Alberto
¡Animo Javi!
Javi. Lo primero que siento es que hayas tenido que entrar otra vez. He leido despacio tu post y me ha emocionado. Me demuestra cosas que ya sabía: que eres un valiente, que tienes más fuerza que muchos que nunca pisaron un hospital, y que sabes fijarte en los detalles, siempre delicado y pendiente de los demás. Mantenme informda, por favor. Sabes que te quiero mucho. Todos los besos
Josefa
Pedro, Roberto, Julio, Elena, Ricardo, Aitor, Kapsa, Bengoetxe, Madra, Alberto, Josean y Josefa, a todos, muchas gracias por vuestras palabras de apoyo y por la valoración de este post. Muchas gracias de corazón
kapsa, espero que tu hijo se mejora.
Javi, me alegró muchísimo verte estas Navidades después de tantos años, siento que tan poco tiempo después te encuentres de nuevo en esta tesitura... Nos vemos en otra ronda de pintxos. De momento, muchísimo ánimo y más abrazos.
Aupa Javi.
La verdad es que no suele ser muy frecuente que alguien hable como tu lo haces. Yo te lo agradezco. Y lo hago con sinceridad.
Si recuerdas muchas veces te he dicho que creo que metes demasiadas horas con esto del blog porque creo que si después de tu interminable jornada de trabajo nos hablas de la problemática de la vivienda, por poner un ejemplo, pues para mí sigues trabajando.
Por eso te he repetido más de una vez, que hay que vivir, que hay que reirse.
Y ahora cuando leo este post, me alegro de tu fuerza, de tus ganas por seguir haciendo cosas y realizar proyectos, aunque sigas continuamente dándole a la tecla...
No me queda sino recordarte que te aprecio mucho y que cada vez que hago contigo me siento realmente bien. Para mí eres una persona muy válida tanto a nivel profesional como a nivel personal. Y esto no suele ser muy frecuente... Por eso, desde aquí te mando todo mi ánimo y le felicito a tus seres más queridos por tenerte cerca.
Ánimo y a seguir luchando
Un post cargado de emoción, Javi, un verdadero lujo poder leerte.
Yo no he tenido muchas visitas a Osakidetza, pero tuve una que me dejó marcado para siempre: mi hijo, con 6 meses, tuvo una hemorragia intestinal que le llevo a la uvi durante varios días y en los que estuvo debatiendose entre la vida y la muerte.
Sin duda fueron los peores días de mi vida y en esa uvi "infaltil" pude ver a decenas de personas con un inmenso sufrimiento, como nunca después he vuelto a ver en mi entorno: padres como nosotros para los que cada minuto podía ser el más fatídico y padres para quienes ya todo había terminado y sólo les quedaba el dolor por su pequeño fallecido.
Han pasado seis años y aún se me saltan las lágrimas cuando lo recuerdo.
En fin, sólo quería corresponder a tu generosidad por compartir con nosotros lo que estás viviendo.
Animo y espero que muy pronto estés ya recuperado.
Un abrazo
Hola Javi, he leído tu relato sobre tu paso por Osakidetza, soy una habitual de tu blog, y me he emocionado. Todo el mundo sin excepción llega a conocer el sufrimiento algún día, así que es imposible mirar a otro lado. Si te sirve de ayuda, y aunque no me conozcas, te envío un abrazo. Hay un antiguo himno que dice: "si supieras cómo sufrir, tendrías el poder de no sufrir". Bueno, dejo caer esta reflexión para tus noches en vela... Ojalá que vuelvas pronto a tu vida fuera del hospital. Los jóvenes sin vivienda y los que tenemos hipotecas eternas necesitamos gobernantes como tú.
Claudia, David, Pablo y Jo muchas gracias por vuestras palabras de apoyo. Un abrazo
Me parece estupendo que hayas sido valiente para escribir lo que piensas, de la misma forma que eres valiente para afrontar todos los inconvenientes que estan alrededor de una enfermedad y de unos ingresos repetidos.
Es un ejemplo a seguir para los que hemos tenido la suerte de leerlo.Gracias y adelante¡
Te apoyamos desde la "retaguardia".
Un beso
Mi admiración también por este post y mi respeto por su autor.
Endevant!
Querido Javier:
Eres GRANDE Y GENEROSO al compartir tantos diferentes estado de ánimo con nosotros.
No eres el "único alumno" de esas escuela/s de aprendizaje que visitas, ultimamente tan a menudo, pero esta vez, ya te queda poco para salir a .....comerte el mundo?.
No pierdas la esperanza, porque la tuya es la esperanza de tu familia( ultimamente creo andan un poco escasos de ella) y sonríe no dejes de sonreir cuando veas a tus sobris en el parque.
Animo y a comerte ese mundo! ( pero en pedacitos pequeños, vale?
un beso
Javier
Ayer miercoles 23 coincidí con una persona que te conoce y aprecia: Jasone Valle, concejal del PNV de Basauri.
Le conté la existencia de tu blog y los comentarios que en el haces, incluido el del tu enfermedad. Tienes buena prensa en tu pueblo.
Te manda un abrazo y espera verte personalmente, aunque como bien sabes, sus responsabilidades públicas no son las que eran cuando iba a Lakua a hablar con la gente del Departamento de Vivienda. Por cierto, habrá que pegarle un arreón a las viviendas de Basozelai que tengo una hija que las espera como agua de mayo. No estoy pidiendo un enchufe que conste, je,je,je.
Un saludo
Hola primo
desarte que todo esto acabe y bien, y que estás en mi pensamientos.
Y por supuesto, no hay quién pueda con los Burones¡¡¡
Un beso muy grande.
Cruz.
Hola Javier, mucho tiempo hace que no tenemos ningun contacto, pero hoy me ha llamado mi madre y me ha informado sobre tu blog.Lo estoy leyendo y mirando rapidamente y no con poca emocion ya que el recuerdo imborrable que conservo de aquellos años de primos queridos no se puede perder jamas.Es alucinante leer lo que has escrito sobre todo lo que estas pasando y me hace sentir ganas de cambiar casi todo en vida no porque la lleve mal si no porque me hace reflexionar sobre lo egoistas que nos hacemos en alguna fase de nuestra vida.Espero que leas este mensaje y tengamos algun contacto en breve.Repito que estoy muy emocionado.Eres un tipo genial de los que realmente no se si quedara alguno.Un fuerte abrazo.
No soporto los sentimentalismos. Aún menos, los públicos.
Si esperabas hallar algún consuelo, que sepas que también tienes el mío: ánimo, y que te recuperes pronto.
rosali, bruna, carmen (CP), alberto, Maricruz, Luis Miguel e icaria muchas gracias por vuestras muestras de apoyo y cariño.
A todos los que habéis entrado o entréis en este post en el futuro:
- os agradezco mucho las muestras de apoyo
- os agradecería que no haya más muestras de apoyo
- el post simplemente pretendía compartir un estado de ánimo
- agradezco, pero no buscaba, el torrente de apoyo y afecto que he recibido
- la cosa, com dice icaria, se está poniendo ya sentimentalista y no es cuestión de seguir por esta vía