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  • MANIFIESTO DEL FORO EZKERRA BIZI BIZI

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    La semana pasada se hizo público este decálogo de una serie de intelectuales vascos. Me parece que tiene mucho interés lo que dicen. Os lo dejo por si os interesa.  

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    DECÁLOGO DEL FORO SOCIAL EZKERRA BIZI-BIZI

    Este Decálogo surge de un proceso de análisis y reflexión por parte del Foro Social Ezkerra Bizi-Bizi. Es un llamamiento a los partidos que concurren a las elecciones del 1 de Marzo a que asuman unas propuestas que se refieren, por un lado, a valores y, por otro, a actuaciones imprescindibles ante los enormes retos que la sociedad vasca debe afrontar, al igual que el resto del mundo. Estamos convencidos de que confluyen en este momento histórico la mayor crisis del capitalismo en casi 80 años y el agotamiento de la base energética que ha hecho posible un modelo económico de abuso de las energías. Semejante situación sólo puede ser superada mediante, por un lado, un amplio consenso político sobre su diagnóstico y las actuaciones necesarias y, por otro lado, sobre una sociedad cohesiona y concienciada de los retos. Para que esto último sea posible es necesario un proceso de elaboración de las políticas necesarias de forma ampliamente participativa, para que la ciudadanía las asuma como propias. Pero, no se trata sólo de desarrollar las políticas adecuadas, en situaciones de crisis es necesario que las fuerzas políticas se comprometan a fortalecer los valores democráticos (pacifismo, igualdad, respeto a la diversidad y solidaridad).

    Antes de pasar a explicar nuestras peticiones de compromisos, conviene reflexionar sobre las causas estructurales de la crisis actual. A mediados del siglo XIX empezó un proceso de declaraciones de destacados científicos y de Naciones Unidas alertándonos del proceso de destrucción de la naturaleza. El Informe de la Comisión Mundial del Desarrollo y del Medio Ambiente de Naciones Unidas, más conocido como Informe Brundtland (1987), declara que “los próximos decenios serán decisivos. Ha llegado la hora de romper con las pautas del pasado (…) Deberá buscarse la seguridad mediante el cambio” de los modelos de desarrollo y protección del medio ambiente, porque “somos unánimes en la convicción de que la seguridad, el bienestar y la misma supervivencia de la humanidad depende de esos cambios ya”. En 1993 el “Aviso a la Humanidad de la Comunidad Científica” (realizado por más de 1.500 científicos, entre ellos 99 Premios Nóbel), declara que nuestra civilización está en “proceso de colisión” con el mundo natural y avisa de que “no quedan más que una o muy pocas décadas antes de perder la oportunidad de eliminar la amenaza que encaramos ahora y de que la humanidad se encuentre con una perspectiva (de recursos y servicios naturales) inconmensurablemente disminuida”.

    El paradigma que identifica progreso con el aumento incesante de bienes y servicios es acientífico, prepotente y enormemente peligroso para nuestra supervivencia. La causa fundamental que lo ha impulsado ha sido el uso de una fuente de recursos energéticos de gran intensidad: los combustibles fósiles. Pero esta fuente se empieza a agotar, como lo ha demostrado la reciente escalada de precios del petróleo. La causa de ello es que estamos muy cerca de su cenit de extracciones. Esto es lo que opinan los principales expertos en combustibles fósiles, la Agencia Internacional de Energía, algunas de las principales empresas y numerosos parlamentos y gobiernos. Además, la escalada de precios del petróleo ha magnificado la crisis económica actual, acelerando el desplome inmobiliario y éste el colapso del sistema financiero y se mostrará pronto como el obstáculo principal de su superación. Así que es necesario sustituir el paradigma dominante por otro que nos permita vivir “en armonía con la naturaleza”, lo cual pasa por el reforzamiento de los valores democráticos y la aplicación de estrategias transformadoras.

    Reforzar los valores

    Muchos valores han sido erosionados por más de tres décadas de hegemonía neoliberal. Además, en épocas de crisis, y especialmente en la profunda crisis actual, aumenta el peligro de fortalecimiento de contravalores: individualismo, insolidaridad, degradación de los derechos democráticos, discriminación de colectivos, etc. La degradación de la cohesión social que tal eventualidad puede acarrear, aparte de ser un retroceso en valores, es un obstáculo para afrontar con éxito la superación de la crisis, porque sólo las sociedades cohesionadas tendrán la fuerza necesaria para hacerlo. Por ello, más que nunca, es necesario un compromiso por el fortalecimiento de los valores democráticos.

    1.- Compromiso radical con el derecho a la vida y con la paz. La defensa del derecho a la vida de todas las personas constituye la piedra angular de una sociedad comprometida con los valores de paz, respeto a los Derechos Humanos, tolerancia y convivencia. En Euskadi no hay lugar para justificar ningún tipo de violencia. El asesinato, por supuesto, pero también la amenaza y la extorsión constituyen actos de intolerancia que la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca rechaza y es una exigencia prioritaria e incondicional para la izquierda el condenarlos sin paliativos. Tampoco se entiende cómo es posible que al día de hoy aún haya casos de tortura y se penalicen las ideas mediante la aplicación oportunista y arbitraria de leyes. Las reivindicaciones políticas legítimas no pueden ser impuestas por la violencia, del mismo modo que nadie debe ser perseguido por defenderlas. La apuesta por las vías pacíficas y democráticas es, al día de hoy, el eje central para consolidar la paz y habilitar cauces de diálogo. De igual manera, la izquierda no puede mantenerse al margen y ha de rechazar la carrera armamentística y las guerras, de las que cada vez es más víctima la población civil.

    2.- Compromiso con la igualdad. El mejor indicador del desarrollo de una sociedad avanzada es la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en todas las facetas de la vida. La violencia de género pone de manifiesto el déficit democrático de una sociedad que aún mantiene en su seno prácticas de supeditación y sometimiento de la mujer al hombre. El asesinato y el maltrato representan el rostro más cruel del machismo, pero sus expresiones se extienden al mundo educativo, familiar, social, político y cultural. Las instituciones y las formaciones políticas tienen la obligación de priorizar la aplicación de iniciativas que consoliden la transversalidad de género y el empoderamiento de la mujer, además de la corresponsabilidad en las tareas y la implicación activa de los hombres, en positivo. Es preciso fortalecer el espíritu feminista y recuperar el sentimiento de lucha por unos ideales de libertad y justicia, sin los cuales nunca habrá igualdad plena en las relaciones entre mujeres y hombres.

    3.- Compromiso con la participación ciudadana. La participación ciudadana directa en el diseño, la ejecución y el control de la actividad pública constituye un ejercicio de profundización democrática, que las instituciones y las formaciones políticas tienen que reconocer, promover e impulsar mediante iniciativas legislativas y actuaciones prácticas. Reivindicamos una revisión del concepto de ciudadanía, impulsando la idea de una ciudadanía cívica vinculada con la residencia, y no sólo con la nacionalidad. La democracia representativa debe ser complementada tanto con mecanismos de democracia directa (consultas y referéndum) como con procesos de democracia participativa (foros y consejos ciudadanos, presupuestos representativos, etc.). Debemos dotarnos de instrumentos reales de intervención, que nos permitan a todas las personas ser protagonistas de nuestro futuro y no espectadoras y espectadores que asisten a un partido en el que no se nos permite jugar. Hablamos de participación ciudadana efectiva en todos los ámbitos, lo que significa el derecho a influir con nuestro voto, sea en referéndum, sea en consulta, en política fiscal, económica, medioambiental, social, cultural, etc. El “derecho a decidir”, tantas veces invocado, como tantas veces cuestionado, debe ser aplicable al conjunto de materias de interés social, y no sólo, aunque también, en relación con el modelo de Estado o las relaciones Euskadi-España. El ejercicio de este Derecho también significa participar en procesos y espacios en los que redes sociales y ciudadanos deliberan y deciden sobre cómo deben resolverse los asuntos públicos.

    4. Compromiso con la república federal o confederal. En Euskadi hay gentes que se sienten independentistas, otras son autonomistas, otras se declaran constitucionalistas… Proponemos a las instituciones y formaciones políticas altura de miras para que sean capaces de pactar un punto de encuentro, una casa común de la que podamos sentirnos parte sin tener que renunciar a nuestras ideas. Creemos que un modelo federal o confederal, que reconozca la capacidad de las personas y los pueblos para organizarse como mejor consideren, puede ser un instrumento de consenso que nos permitiría avanzar hacia un futuro, en el que el debate social sea, cuando menos, tan importante como el debate político. La República como alternativa legítima a una Monarquía debe figurar, a nuestro juicio, en el programa de todas las formaciones políticas que se consideren democráticas y entiendan que todas las personas somos iguales en derechos y libertades. Las generaciones venideras no pueden encontrarse con un hecho inamovible de estas proporciones. Si acaso, debiera ser sometido a un Referéndum constantemente, pero entonces el rey o la reina ya serían políticos que se someten al voto, es decir, como un presidente de la República que puede ser sustituido cuando el pueblo lo decida en las Elecciones.

    5.- Compromiso con la diversidad y la solidaridad. Todas las personas somos diferentes y todas debemos aprender a convivir, desde el reconocimiento y la aceptación de la diversidad. Las instituciones y formaciones políticas tienen que garantizar la igualdad de derechos a todas las personas y la superación de todas las desigualdades por razón de sexo, orientación, procedencia, cultura, nivel económico, edad… Seremos más libres en la medida en que seamos capaces de construir una sociedad respetuosa y tolerante, en la que nadie se sienta discriminada o discriminado. Interpretamos Euskadi como si fuera una ciudad, Euskal Hiria en palabras de Bernardo Atxaga, “que no es de nadie y es de todas y todos, un espacio con muchas identidades.» El libre mercado y el modelo de desarrollo neoliberal generan exclusión y pobreza, al tiempo que condenan a millones de personas a un futuro incierto. El hambre, la enfermedad, las guerras, el desplazamiento de personas refugiadas, la imposición de unos pueblos sobre otros, son una realidad diaria en los países empobrecidos. La voracidad de las grandes empresas trasnacionales y del Fondo Monetario Internacional, junto al empuje de los gobiernos occidentales está en el origen de la desigualdad y la brecha entre el Norte y el Sur. La cooperación y la solidaridad en la que creemos parten de la necesidad de promover a escala global el desarrollo humano y sostenible, el cumplimiento de los derechos humanos y unas nuevas relaciones internacionales basadas en la justicia y el desarme. Políticas socioeconómicas para superar la crisis de la civilización La superación de la crisis sólo se podrá producir transformando el modelo económico actual, creando economías mucho más autosuficientes, diversas, desmaterializadas, de alta eficiencia energética y basadas en las energías renovables. Los modos de producción y consumo deben ser sostenibles y el sistema de transporte basarse en los modos colectivos, entre los cuales un ferrocarril moderno y funcional tiene que ser su columna vertebral. Esta transformación será larga, sólo el cambio de combustibles necesita unas dos décadas, por lo que urge indicar la transformación para reducir el tiempo de crisis, lo cual supone planificar los cambios.

    6.- Compromiso con el desarrollo sostenible. El gobierno entrante debe hacer una declaración institucional sobre la situación de emergencia que supone el fin de la era de los combustibles fósiles. Después debe realizar un análisis de vulnerabilidad de la sociedad vasca ante la escasez de petróleo y gas para localizar los sectores y los sociales que resultarán más impactados, lo cual obligará a aplicar un plan urgente para reducir los impactos. Por último, es necesario aplicar una estrategia capaz de realizar la transformación necesaria, que debe ser diseñada con la participación ciudadana más amplia posible, porque es la única forma de que la ciudadanía la haga suya. Muchos gobiernos están liderando tal transformación, realizando el proceso indicado. Tal es el caso de los gobiernos de Suecia, Minnesota, Connecticut, la asociación de gobernadores del Sur de California, Queensland (Australia) y muchas regiones y cientos de ciudades y poblaciones, especialmente anglosajonas, pero el movimiento se está extendiendo por todo el mundo, siendo el fenómeno sociopolítico en más rápido crecimiento.

    7.- Compromiso con un sistema de transporte moderno, eficiente y multifuncional. El 98% de la energía que consume el transporte en la UE es petróleo. Las décadas pasadas se han caracterizado por un fuerte aumento de la movilidad y por la hegemonía de la carretera en el transporte privado de personas y mercancías. Por ello, este modo ha sido el más impactado, junto con el transporte aéreo, en la última escalada del precio del petróleo. Tanto el Estado como Euskadi siguen desarrollando un modelo de transporte muy vulnerable a la crisis energética. La hegemonía del coche y del camión no tiene paralelo en la UE. Para 2010, España será el Estado europeo con más kilómetros de vías de gran capacidad. El tren ha estado históricamente marginado y en el momento que se decide invertir de forma intensa en él, se polariza el gasto en la alta velocidad. Por el contrario, las necesidades de transporte más urgentes a cubrir con la crisis van a ser los desplazamientos al trabajo y a centros de estudio en servicios colectivos y trasvasar las mercancías de la carretera al tren y al barco para desplazamientos largos. La alta velocidad ferroviaria resulta inútil para atender a estas prioridades. La red convencional no es adecuada al transporte de mercancías por su estado ruinoso, su trazado y porque el ancho de vía ibérico obstaculiza el paso fronterizo. Por todo ello, es necesario fortalecer el transporte público de viajeros no sólo en las áreas metropolitanas, sino también en las comarcas. Es imprescindible modernizar y ampliar la red ferroviaria autóctona e integrándola con el sistema de autobuses. Por último, necesitamos una red ferroviaria moderna de carácter regional y de largo recorrido que sea capaz de atender de forma integrada las necesidades de los viajeros y de transporte de mercancías.

    8.- Compromiso con un sistema energético eficiente y basado en las energías renovables. Las medidas anteriores se traducirán en una reducción drástica en el consumo de petróleo, algo muy importante, pero insuficiente. Es necesario desarrollar fuentes alternativas de energía, porque la electricidad que consumimos proviene en gran medida de centrales de gas natural y en menor medida del carbón, el petróleo y de la energía nuclear. El sistema energético de Euskadi depende en torno al 90% de los combustibles fósiles y la dependencia de energía exterior es del 95%. Así que la tasa de autoabastecimiento es del 5%, a pesar de que el Gobierno vasco viene proponiendo objetivos ambiciosos de desarrollo de las energías renovables (el Plan energético 3E 2005 planteaba el objetivo del 18% en 2005). Sin embargo, la potencia instalada de sistemas de captación de la energía solar y del viento crece al ritmo anual del 20-60%, según sistemas, a escala internacional. La UE acaba de aprobar la llamada Directiva 20/20/20, que tiene como objetivos para 2020 un incremento del 20% en la eficiencia energética, 20% de aportación de las energías renovables al consumo final (desde el 8.5% actual y un 20% de reducción de las emisiones de CO2). La estrategia energética vasca termina en 2010. La nueva tiene que asumir el compromiso europeo. Pero la mayor parte de la energía solar se está aprovechando para producir electricidad y sin embargo necesitamos un combustible alternativo al petróleo, porque los aviones, los barcos y los vehículos de carretera que se desplazan a largas distancias necesitan un combustible alternativo, incluso el transporte de mercancías por tren, que hoy en día se realiza por medio de locomotoras diesel. La única alternativa en estos casos lo constituye el hidrógeno, el cual sirve, además, como medio de almacenar las energías renovables que son intermitentes. Euskadi carece de estrategia del hidrógeno.

    9.- Compromiso con el Empleo. Garantizar a todas las personas, especialmente a las más jóvenes, un empleo estable y con derechos es una obligación irrenunciable de nuestras instituciones. Todas las ayudas, bonificaciones y subvenciones que se concedan a las empresas habrán de estar condicionadas, por definición, a la creación de puestos de trabajo estructurales, que contribuyan a la cohesión social. El desempleo y la precariedad laboral, que está, a su vez, en el origen de la siniestralidad, lesionan el derecho de una parte importante de nuestra sociedad a vivir con dignidad y autonomía. Garantizar el derecho al trabajo en medio de una crisis profunda es muy complicado. Por ello, es necesario adoptar políticas encaminadas a maximizar el empleo, que en estos momentos constituye uno de los actos más solidarios que se pueden realizar. Las políticas de modernización del sistema ferroviario, de eficiencia energética, de fuerte promoción de las energías renovables, de una economía circular en materiales, etc., son particularmente adecuadas para crear empleo por unidad de inversión. Además, es necesario impulsar el reparto del tiempo de trabajo, reduciendo la jornada laboral y generalizando los comportamientos de empresas que en épocas de crisis reducen el tiempo de trabajo para que no haya despidos.

    10.- Compromiso con las necesidades esenciales. Una sociedad avanzada debe ofrecer a todas sus ciudadanas y ciudadanos unos servicios públicos de calidad, incluido un sistema de pensiones justo. Nos preocupa la tendencia actual que hace bandera de la privatización y la concertación en detrimento de la gratuidad y la universalidad. Nuestras instituciones y formaciones políticas tienen ante sí el gran reto de garantizar los servicios básicos a la población: sanidad, educación, un salario justo, seguro de desempleo, etc., como garantía de cohesión social. La capacidad económica de financiarlos está en función de la rapidez de las transformaciones y, por tanto, de las políticas anteriores. Hemos de lograr un Pacto para el mantenimiento y la mejora de la sanidad pública. De igual manera se ha de promover un Pacto social por la educación que implique a todos los partidos y agentes sociales para que la educación no sea objeto de vaivenes políticos, sino un compromiso consensuado. Nos oponemos al control privado de los servicios públicos y denunciamos la hipocresía de quienes apelan a la eficiencia y el ahorro para legitimar operaciones fraudulentas, que se traducen en servicios de más baja calidad para la ciudadanía, y después, en desempleo, bajos salarios, recorte de derechos laborales y sindicales. El derecho a la vivienda debe ser entendido como un derecho humano de todas las personas; hacer efectivo su ejercicio tiene que ser una prioridad para nuestras instituciones y las formaciones políticas que nos representan. El acceso a una vivienda a precios razonables, en propiedad o en alquiler, es una demanda democrática, que debe ocupar un lugar prioritario en la agenda política y social. Exigimos una apuesta firme por la vivienda protegida, el alquiler social y la intervención pública frente al mercado libre.

     

    COMPONENTES DEL FORO SOCIAL EZKERRA BIZI-BIZI

     

     

    Paul Nicholson (sindicalista), Lolo Rico (periodista y escritora), Aitor Mazo (actor), Bernardo Atxaga (escritor), Periko Ibarra (profesor Ciencia Política UPV-EHU), Txema Sandoval (actor), Ignacio Muñagorri (profesor Derecho Penal UPV-EHU), Ángel Asensio (animador sociocultural), Roberto Bermejo (profesor Economía Aplicada UPV-EHU), Julio Arriola (profesor de la UPV), José Luis Lizundia (académico de Euskaltzaindia), Begoña Zubiri (profesora de instituto), José Gómez (traperos de Emaus), Mikel Casado (profesor de Instituto), Rosabel Argote (periodista), Josu Ugarte (forma parte de diversos foros sociales), Imanol Zubizarreta (diplomado en Empresariales. Ex presidente de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca), Carmen Oriol (psicóloga), Karra Elejalde (actor), Iñaki de la Fuente (pintor), Jose Ignacio Ruiz Olabuenaga (sociólogo), Arantxa Rodríguez (profesora de la UPV-EHV), Pilar del Río (periodista), Txema Alonso  (del Tercer Sector), Rigoberto Jara (inmigrante chileno, que lleva en Euskadi 31 años, Presidente de Honor de la Coodinadora de Apoyo a Inmigrantes “Harresiak Apurtu”), Joaquín Arriola (profesor de la UPV-EHU), Txus Arana (consultor), Nélida Zaitegi (pedagoga), Juan Luis Uría (Vcpte. de la Asociación por el Derecho a la Salud OP OSALDE), Jon Urdangarin  “Pirri” (sindicalista), Fernando Zubizarreta (del Tercer Sector), Andrés Krakenberger (Amnistía Internacional, militante por los Derechos Humanos), Amaia Goikoetxea (periodista), Eusebio Losada (sacerdote, pertenece a la red Cristau Sarea, es una red de cristianos progresistas que no coinciden con los postulados de la jerarquía eclesiástica), Pilar Garrido (profesora de la UPV-EHU), Edu Aretxalde (físico, profesor de Informática en Formación Profesional), Pío Ortiz de Pinedo (economista, presidente de la Asociación de Artes Escénicas de Euskadi), Julio Flor (periodista), Almudena Grandes (escritora), Carlos Varea  (Preside el Comité Español Solidaridad con Irak), Jorge Riechmman (poeta, Profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid.  Vicepresidente de Científicos por el Medio Ambiente -CiMA-), Antonio Álvarez Solís (periodista), Carlos Jiménez Villarejo (ex Fiscal Especial Anticorrupción), Teresa Aranguren (periodista), Marcos Ana (poeta), Luis García Montero (poeta).

      

    El Foro Social Ezkerra Bizi Bizi lo forman otras catorce  personas más, que participan del Foro y de sus debates, pero que prefieren no aparecer de una manera pública.

     

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