Este pasado fin de semana he visto HANNA Y SUS HERMANAS de Woody Allen.
De las más de cuarenta películas del director neoyorkino, habré visto más de la mitad. Y de sus títulos claves, casi todas. Esta era una de las que me faltaba.
He disfrutado de su cine como en los mejores tiempos, lo cual no es extraño, pues esta pasa por ser una de sus obras maestras, uno de los moldes en los que se han hecho otras muchas cintas.