El viernes de la semana pasada tuvimos en la sede de Ezker Batua Berdeak de Alava un acto de encuentro entre nuestro candidato a la Alcaldia de Vitoria-Gasteiz Jose Navas, el Director de Inmigración del Gobierno Vasco Roberto Marro e inmigrantes que viven con nosotros en nuestra ciudad.
Fue un encuentro altamente interesante, pues en el mismo, un par de docenas de inmigrantes nos explicaron que esperan ellos de nosotros. Y la verdad es que a lo que aspiran los inmigrantes es bien sencillo: quieren ser ciuadanos con los mismos derechos y deberes que el resto. Quieren trabajar, votar, usar los servicios públicos, pagar impuestos, contribuir a la seguridad social, recibir información de la Administración, cobrar pensiones, etc tal y como lo hacemos los "nacionales".
Yo no entiendo muy bien la diferencia entre los "nacionales" y los "extranjeros" o entre "aqui" y "allí" o entre "dentro" y "fuera". En una realidad como la española o la vasca (hasta hace dos días una realidad de emigración) nos tendria que dar verguenza tratar de una forma no humana a los inmigrantes. Pero la realidad es que quedan muchas luchas por realizar.
Recordamos entre todos en el encuentro del viernes como hace no muchos años (no más de seis o siete) mucha gente discutía que los inmigrantes pudieran tener acceso a la sanidad pública o que sus hijos pudieran ir a los colegios públicos. Hoy nadie se atreve a decir tal cosa en público, al menos en Euskadi, donde no hay derecha explicitamente xenófoba y racista. Pero la verdad es que mucha gente piensa en los inmigrantes, como en los esclavos de la Roma imperial o los metecos de la Atenas de Pericles: deben trabajar, pero no deben reclamar derechos. Ciertamente desde Ezker Batua Berdeak no apoyamos en modo alguno esta forma de pensar. Para nosotros los inmigrantes son personas con los mismos derechos y las mismas obligaciones que el resto de la ciudadanía y deben poder ejercer incluso el supremo derecho en democracia: el derecho al voto (sufragio activo y pasivo).
Mucha gente se opone y se opondrá a este tipo de iniciativas, pero es imparable que los cientos de miles de ciudadanos de origen extranjero que viven entre nosotros ejerzan en un día cercano todos y cada uno de sus derechos y den cuenta de todas y cada una de sus obligaciones. Esto es lo que marca la humanidad, el sentido común e incluso el mero interés económico.
Les necesitamos, están entre nosotros y una vez que viven con nosotros son parte de la población. No digo que el proceso de adaptación de ellos a nosotros y de nosotros a ellos sea idílico y carezca de problemas. Lo que si digo es que es un proceso imparable, dado que esto no es ni Roma ni Atenas y hoy en día nadie defiende la escalvitud. ¿O si?
Por lo tanto, nosotros estamos por la REGULARIZACION (no hay seres humanos ilegales y estamos en contra de la explotación laboral de la mano de obra "ilegal"), por la PLENITUD DE DERECHOS Y OBLIGACIONES y por el DERECHO A VOTO de los inmigrantes.
Se nos podrá acusar de muchas cosas, pero no de no ser claros en esta materia. Vamos, eso me parece a mi.
Technorati Tags: Ezker Batua Berdeak, Jose Navas, Roberto Marro, inmigración
Comentarios
Totalmente de acuerdo. Es una vergüenza que miremos para otro lado mientras se niegan sus derechos humanos y civiles a unas personas que viven junto a nosotros, por el único motivo de haber nacido en uno u otro trocito de esta nave espacial maravillosa que es el planeta tierra. ¿Cómo podemos considerarnos más o menos que nadie por haber nacido en uno u otro sitio? ¿Cómo podemos hablar de seres humanos legales o ilegales? Todos tenemos el mismo derecho a nuestro trocito de tarta, aunque el de algunos tenga que ser más pequeño.
Como en otras muchas ocasiones, Iñaki, estoy totalmente de acuerdo contigo. Gracias por pasarte por el blog y también por dejar tu opinión por escrito. Un saludo.
mas claro ni el agua coño, la inmigracion es irreversible e incontenible, quien niegue esto lucha contra la realidad.
Muchas gracias por tu apoyo multibuscador. La inmigración no solo es irreversible (como tu dices), sino que es buenísima. Signo de éxito de la sociedad que la recibe. Aunque también es signo de lo jodido (perdón) que está el planeta y el mal reparto de la riqueza y los recursos. Sea como fuere, lo que hay que hacer con la inmigración es integrarla y sacar todo lo que de positivo tiene el fenómeno, consiguiendo con ello una sociedad más pluricultural o como se diga (en ciencia política hay un follón de tres pares de narices con como se le llama a la cosa, pero nos entendemos: varias culturas vivienda juntas, armonicamente y creando una común nueva).
Este blog debes considerarlo como tu casa, pues eres bienvenido.