Así como dije hace unos días que Nadal bailaba solo en tierra, hoy tengo que decir que Nadal ha vuelto a tener pareja de baile en esta superficie tenísitica.
También dije la semana pasada que Nadal estaría mejor descansando que en Hamburgo, pero su equipo entendió que era mejor lo contrario. Es cierto que es preferible caer derrotado en la final de Hamburgo por Federer que en Roland Garros por cualquier en las rondas previas, pero yo sigo pensando que Nadal podría haber acumulado días de descanso la pasada semana para afilar su raqueta y piernas de cara a la cita parisina de la semana que viene.
Todo el mundo se ha centrado en que la vistoria del de Basilea supone el final de la racha de partidos ganados de forma ininterrumpida en tierra batida (que se ha quedado en 81), pero no sería bueno que perdamos de vista la temporadita que lleva el manacorí en tierra. Lo ha ganado todo menos la final de Hamburgo y lidera claramente el año (con o sin tierra batida).
Y otro asunto que la gente ha olvidado esta vez es que el duelo Federer - Nadal (que sin duda va a hacer historia) sigue muy favorable al español: 7 vistorias para Nadal y 4 para el suizo.
Sea como fuere, estamos en presencia de un marciano (Federer) que empieza a tener seria resistencia en otro extraterrestre (Nadal). Para corroborrar lo que digo solo hay que ver la cara de profunda satisfacción de Federer al vencer a Nadal en Alemania (el es Suizo alemanoparlante). No daba la sensación de que el mejor jugador de todos los tiempos vencía una vez más a un joven español sin talento, pero con mucha testosterona (que es como le parodia la prensa afecta al suizo). Más bien me dio la sensación de que Federer se quitó un peso de encima pudiendo ganar a Nadal en tierra (no lo había hecho nunca) unos días antes de Roland Garros.
Las espadas están en alto de cara aRoland Garrosy da la sensación de que el resto de la lista de la ATP está a millones de años luz de estos dos superdotados.
El enfrentamiento que sin duda va a marcar una época de la historia del tenis moderno continúa.
Esta semana Nadal ha ganado el torneo de Montecarlo, ha afianzado aún más la idea de que en tierra es imbatible (o casi), ha situado el record de victorias seguidas en tierra batida (de momento) en 67 y ha puesto el marcado entre los dos tenistas en siete victorias para él y tres para Federer (ver head to head particular).
A pesar de ser Federer probablemente el mejor jugador de tenis de todos los tiempos y sin ningún lugar a dudas el mejor tenista en activo, la cosa entre ellos dos va como va.