Yo he tenido el privilegio de haber trabajado muy de cerca con él durante algunos años de mi vida. Además de haber tenido una magnífica relación laboral y de haber apredido mucho de él (probablemente mucho más de lo que él cree), tuve el placer de poder llegar a ser su amigo. Desde hace unos años nos vemos físicamente muy poco, pues su vida gira en torno a Madrid y Murcia y la mía estos últimos años ha estado centrada en Euskadi. Pero hemos seguido manteniéndonos al día a través del tfno y email. Más allá de las vicisitudes de la Política y sobre todo de las mendacidades de los partidos políticos (una va con mayúcula y la otra con minúscula, no por descuido, sino de forma valorativa), una de la cosas que me llevo de IU es el haber podido conocer a Pedro Antonio y ser su amigo.
Le deseo lo mejor en su nueva etapa de docencia, cerca de su familia y de su entorno murciano, más relajado y dando rienda suelta a su fuerte vocación pedagógica. Por cierto, Pedro Antonio es otro ejemplo de político de IU que, después de dejar la política de primer nivel, vuelve a su antiguo empleo, sin recalar en consejos de administración ni ser objeto de fichaje millonario e injustificable por parte de una empresa privada.
Aunque es posible que mucha gente no aprecie lo que él ha hecho por España y por los españoles (insisto, no solo por los votantes de IU), yo si lo hago. Y por ello le doy las gracias.
Seguiremos caminando por la vida, las cosas pasaran, no sin dejar poso en nosotros, pero los amigos permanecerán por encima de muchas otras cosas menores.
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