La semana pasada asistí, en nombre de Ezker Batua Berdeak, a un seminario organizado por la Fundación Sabino Arana que tenía por título "El proceso de paz hoy: condiciones para que sea irreversible ". Lo primero que me sorprendió es el nivel y el amplio espectro de los asistentes. Estaban allí personas de casi todas las sensibilidades políticas (incluídas personas de los entornos de Batasuna y del PP). Algunos de los asistentes eran del máximo nivel (Patxi Lopez por el PSE, Josu Jon Imaz por el PNV, etc). Era tambien notable la presencia de referentes intelectuales o sociales de la sociedad vasca y española (el jurista Carlos Jimenez Villarejo, el juez Edmundo Rodriguez Achutegui, el obispo emérito de Donostia Monseñor Setien, Jonan Fernendez, periodistas de EITB, El País, Gara, etc). También asistieron personas de reconocido prestigio internacional en el ámbito de la mediación en conflictos por todo el globo (Matteo Zuppi, del movimiento de laicos católicos de la Comunidad de San Egidio, Italia; Julian T. Hottinger, mediador, adjunto al grupo de expertos del Departamento Federal Suizo de Asuntos Exteriores, Suiza; Roelf Meyer, ex-ministro de Defensa y Asuntos Constitucionales en el gobierno de Nelson Mandela, Sudáfrica). El objeto del seminario era buscar caminos para hacer irreversible el proceso de paz en Euskadi.
A los asistentes se nos pidió discrección en relación a lo allí tratado. Yo respetaré esa demanda por parte de los organizadores del seminario, pero si que quiero compartir con las personas que visitan este blog las cuestiones que a mi personalmente (insisto, a mi personalmente) me suscito este seminario.
Yo creo que hay mucho gente con grandes dificultades para asumir el PRINCIPIO DE REALIDAD. Este grave mal afecta a mucha gente, puede que a mi tambien, pero entiendo que es especialmente grave en algunas formaciones políticas. No se puede pretender imponer un modelo social y político a la sociedad vasca, navarra y a parte de la francesa cuando tu representación electoral no llega al 10% en la CAPV, es mucho menor en la CFN y prácticamente símbolica en Iparralde. Uno puede ver evidentes lazos culturales en todos estos territorios, pero la llamada "territorialidada política", con o sin el chantaje de ETA, no es más que una quimera. Al menos, mientras quienes impulsan ese proyecto político no pasen de la testimononialidad (si tomamos los siete territorios) a ser la mayoria social y electoral. Pero por otra parte, tambien es negar la realidad oponerse a que las reivindicaciones de una sociedad expresadas democráticamente no puedan ser llevadas a la práctica. Si más del 70% de la sociedad vasca (en este caso CAPV) entiende que a la misma le asiste el derecho a decidir su futuro político libremente (sea cual sea este) es negar la realidad oponerse al mismo. No quiero ser equidistante (no lo soy), pero creo que hay muchos ejemplos de negación de la realidad en la sociedad vasca, además de los dos que he puesto. Y esto es un grave problema para la paz y para la normalización política.
En segundo lugar, yo creo (insisto, yo creo) hay mucha gente con un terrible MIEDO A LA LIBERTAD. Hay personas que prefieren el coctel molotov, la kale borroka e incluso el tiro en la nuca a la asunción de su verdadero tamaño en un sistema político normalizado. Hay gente que tienen pavor de pasar de la violencia (autoproclamada en nombre de todo un pueblo) a tener que asumir que solo representan, por ejemplo, al 10% de una sociedad. Pero tambien hay otra mucha gente que tiene miedo a la libertad. Hay personas que exigen a la izquierda abertzale que abandone al violencia para ingresar en la política, pero que después niegan la posibilidad a esta misma izaquierda abertsale para que esta pueda desenvolverse en la política. Hay gente que tiene mucho miedo a ejercer ellos la política y otra que tiene miedo a que otros, hoy ilegalizados, puedan ejercerla. En cualquier caso, mucho miedo a la libertad.
Y finalmente creo que no hemos invertido lo suficiente (y que nadie ayuda mucho a ello) en CONSTRUIR IMAGINARIOS SIMBOLICOS COMUNES. Carecemos las y los vascos de unos referentes simbólicos mínimos y comunes y que esto, de cara a superar con éxito un proceso de paz y otro de normalizacion, tiene una importancia capital.
No tengo respuestas para las preguntas. Pero si creo que en estas preguntas las y los vascos nos jugamos parte de nuestro futuro:
- ¿como se impulsa el principio de realidad?
- ¿como se cúra el miedo a la libertad?
- ¿como se crean minimos comunes identitarios?
En realidad, todo esto se resume en un interrogante final omnicomprensivo: ¿como lanzamos un proceso de paz y otro de normalización política en el que ganemos todos?.
Como podéis ver mis análisis están lejos de las mesas de partidos, de las negociaciones en las que se puede llegar a pagar precio político, de la territorialidad, del derecho a decidir, de las raices históricas de este conflicto. Yo me estoy remitiendo a lo que creo que son resortes psicosociales de abandono del conflicto violento e instalación en la gestión democrática del conflicto. Las sociedades complejas y democráticas no se pueden gestionar de forma simple, pero si se pueden gestionar de forma pacífica y democrática.
Un interrogante final, siendo la mayor responsabilidad de ETA y de la izquierda abertzale, teniendo tambien responsabilidades en estos procesos el Estado ¿recibiremos las y los vascos la ayuda de los millones de personas juiciosas y ecuánimes que hay en España o debemos resignarnos a caminar sin esa ayuda?
Technorati Tags: proceso de paz, Euskadi, violencia, ETA, miedo a la libertad, principio de realidad
Comentarios
Estoy impresionado por la calidad de este post. Te felicito.
Muchas gracias flatline por tu comentario. Por favor, siententé en mi blog como en tu casa.