Acabo de leer EN DEFENSA DE LA INTOLERANCIA del filósofo esloveno SLAVOJ ZIZEK y me ha resultado una lectura francamente revitalizante.
Si eliminamos de Zizek al filósofo bocazas con ganas de epatar (que lo es, aunque de una manera creo que mucho más funcional que narcisista) y al psicoanalista lacaniano (no se nada de Lacan y lo que he leído a través de Zizek, sin más, no lo entiendo) lo que obtenemos es un marxista del siglo XXI que no tiene miedo de decir las cosas como son, a pesar de que, al hacerlo, molesta a enemigos y también a los teóricos amigos (muchos dirigentes de la izquierda "alternativa" europea no salen muy bien parados de sus páginas).
De lo que yo he leído y comprendido (mucho se me habrá pasado o lo habré entendido mal, seguro) deduzco que Zizek considera que en nuestro tiempo se ha producido una fuerte despolitización de la economía, primero como consecuencia de la parapolítica (el mero mercadeo electoral que en nada altera la relación de fuerzas económico-políticas) y después por mor de la postpolítica (la negación misma de la política y su reducción a la nada más absoluta como consecuencia de una teórica muerte de las ideologías). El mercado manda sobre la ciudadanía y los políticos (incluída la izquierda e incluso la izquierda extrema) no son sino meros instrumentos al servicio de los capitales, en un mundo solo parcial y aparentemente democrático. Hasta aquí nada demasiado herético, máxime en los tiempos en los que vivimos (AD Lehman Brothers II). Su discurso lo puede suscribir, sin duda, mucha gente.
Sin embargo, a renglón seguido Zizek advierte de que el multiculturalismo (el mete en el mismo saco la lucha feminista, la búsqueda de la libertad afectivo-sexual, la defensa de las identidades culturales subestatales, la ecología ... en realidad todo movimiento político liberador no centralmente económico o de clase) no es sino una treta del capital para desactivar la contestación al orden económico-político imperante en estos momentos. Algunos han entendido que Zizek no simpatiza con estos movimientos emancipadores. A mi juicio nada mas lejos de la realidad. Lo que pasa es que Zizek considera que todas esas luchas de nada sirven si no convergen con la lucha entre la ciudadanía y el capitalismo neoliberal de principios del siglo XXI. Es más, Zizek considera que el capitalismo tiene una gran habilidad para integrar en su seno algunos de estos conflictos identitarios multiculturales de forma que parezca que hay cierto conflicto, pero obviando y evitando el verdadero conflicto. Sería algo así como permitir que se desafíen algunas reglas, siempre que no se desafíe la regla. Y finalmente, Zizek considera que esas causas emancipadoras (vamos a llamarlas parciales) deben ser defendidas con ardor por la izquierda marxista, pero debe hacerse de una manera que refuerce la, por asi decirlo, madre de todas la batallas: el modo de producción y acumulación.
Zizek, es un poco estrambótico (viéndole hablar parece bastante neurótico y él mismo reconoce que lo es), pero no es en manera alguna tonto. Sabe que en el siglo XXI ya no se tomará el Palacio de Invierno ni se asaltará La Bastilla físicamente. Pero él tiene claro que estamos ante una batalla primero socio-cultural (de ahí su quizás funcional papel de estambote) y después político-económica.
Uno de los conceptos que más me ha interesado es su discurso sobre la interactividad y la interpasividad. A su juicio, la pasividad de unos (que parece acción, pero que en el fondo no lo es y se basa en el aislamiento de los demás, en la cosificación del tracto social) refuerza la de otros y en una cadena inmensa de refuerzos de la pasividad se garantiza la perpetuación de las condiciones de dominio del capitalismo neoliberal. Pero se puede pasar del interpasividad a la interactividad. No es fácil, pero es posible.
Y una de las cosas que más enfadará a los políticos "alternativos" pero de vida política institucional es su claridad sobre el daño que la izquierda a la izquierda de la socialdemocracia está haciendo en estos momentos al orden económico dominante: ninguno. Toda esa gente que se cree tan subversiva, contra su propia voluntad, no es sino la coartada perfecta para la apariencia de legitimidad del orden establecido.
Me gusta su apelación a la inacción para reflexionar y a la posterior acción repolitizante para cambiar de verdad el orden económico imperante.
Y una de las "perlas" que más me ha gustado es que él desaprueba de forma severa los posicionamientos políticos de la extremaderecha occidental, pero admira la forma vehemente, clara, directa, emocional en que la extremaderecha defiende sus ideas políticas (el lo llama, la ultrapolítica). A su juicio a la izquierda occidental le sobra erudición/cálculo frío y le falta pasión/verdadera voluntad de transformación social.
Ni por asomo estoy de acuerdo con todo lo que dice Zizek. Ni me acerco a entender todo lo que teoriza (no estoy preparado). Pero no puedo negar que su ensayo es un soplo de aire fresco (PRIMERO NO HAGAMOS NADA PARA PODER REFLEXIONAR Y DARNOS CUENTA DONDE ESTAMOS VERDADERAMENTE Y, UNO VEZ ANALIZADA LA SITUACION, DERROCHEMOS PASION, ARDOR, EMOCION Y ALEGRIA PARA SUBVERTIR EL ORDEN ESTABLECIDO). Y ya no digamos su oratoria (os dejo un vídeo del caballero para que lo comprobéis por vosotros mismos -no os perdáis el chiste sobre la ocupación de Rusia por los mongoles-).
Comentarios
Yo tambien he tenido al suerte de poder leer a este gran filosofo y creo que tiene bastante razon en todo lo que dice y ademas tiene una manera de contar las cosas que hace que te entren y las comprendas a la primera.
¿Sabeis donde podemos encontrar mas videos suyos?
Db, la red está llena de videos este provocador iconoclasta, que no por ello deja de ser un filósofo de interés. Un abrazo. JBC