Hace unos días un compañero del Master, que ha trabajado en el sector inmobiliario, explicó que en ese sector hay que dedicar una parte de los recursos de los promotores a hacer regalos a los políticos. Incluso dijo que habitualmente se presupuestan como costes de la promoción. El resto de alumnos del Master o no dijeron nada (pues parece ser que les resultó cosa normal) o se rieron (supongo que ante la "franqueza" del compañero de estudios).
También dijo otras cosas notables, como, por ejemplo, que en el sector inmobiliario no se había ganado mucho dinero en los últimos años pues todo se lo llevaba el suelo (no dijo que muchas veces es de los promotores) y las Administraciones (explicación siempre socorrida y parece ser que creible).
Yo me sentí ofendido por lo de los regalos a los políticos. No ofendido de forma indirecta, sino ofendido frontal y directamente. Allí no dije nada. Pero aqui quisiera compartir con vosotros algo.
El Departamento de Vivienda y sus sociedades (especialmente Visesa) son el primer conglomerado gestor de suelo, promotor de vivienda y gestor de alquiler (no solo de vivienda protegida, sino de vivienda en general) de Euskadi. Como tal contratamos obra con muchas empresas privadas. Siempre la licitamos. Y a quien San Pablo se la de que San Pedro se la bendiga.
Cuando llegamos al Gobierno algunos promotores se acercaron a nosotros para preguntarnos a que "fundación" había que hacer la "donación" . Nosotros le dijimos que a ninguna, que procurase presentar una buena oferta y que si ganaban la obra sería solo por eso, por las características de su oferta. Algún cafre nos dijo que nosotros a "él le ibamos a decir como se licitaban estas obras" (como sugiriendo que las cosas son como son y que unos chavalitos no le iban a decir a ellos como se hacían estas cosas -cuando llegamos al gobierno en el 2002 la mayor parte del equipo tenía sobre 30 años y no proveníamos del sector). Le contestamos que si, que si le íbamos a decir como licitabamos nosotros nuestras obras, dado que las licitabamos nosotros.
Pongo la mano en el fuego por Sonia Samaniego (hasta hace unos días Directora de Vivienda y órgano adjudicante de la promoción directa de vivienda), por mi e Iker San Roman (los dos directores de Planificación del Departamento y por lo tanto órgano contratante de vivienda protegida concertada), por Pablo Aretxabala(Director General de Visesa y licitador de los mayores paquetes de obra de vivienda de Euskadi), por Javier Dean y por mi mismo (los dos Viceconsejeros que ha habido de Vivienda)..
Nosotros nunca hemos aceptado ningún regalo, dádiva, cantidad, donación, soborno o cualquier concepto análogo. Los promotores que trabajan con nosotros lo saben. Saben que solo nos interesa que las obras se hagan bien, rápido y con el menor coste para el contribuyente.
Nosotros no estamos financiando ni a Ezker Batua Berdeak ni a nuestras propias economías privadas con las obras que adjudicamos. Las mismas se licitan y quien gana la licitación la ejecuta, cobra (a veces tarde, esto lo reconozco) y punto.
Todo esto lo digo sin el menor atisbo de satisfacción, pues esto es lo mínimo que se le debe exigir a todos los gestores públicos. Es, sin más, nuestra más básica y elemental obligación.
Pero, dado que el comentario de mi compañero de Master me ofendió gravemente (si lo lees -que sé que entras a veces en mi blog- no te lo tomes como personal, yo no me tomé tu comentario personalmente y sé o creí ver que tu lo decías sin malicia hacia mi), me ha parecido oportuno compartir con vosotros estas vivencias y reflexiones.
No he podido permanecer callado. Ahora lo he escrito y me siento un poco mejor. Solo un poco.
PD1: todos los años por Navidad los cargos públicos recibimos unos regalos de los promotores en Lakua o las sociedades (ya les hemos dicho que para ellos no tenemos dirección particular y que no pueden mandarnos nada a casa). Esos regalos (los típicos productos alimenticios de cestas de navidad) se ponen todos en una habitación y se sortean entre el personal el último viernes antes de las vacaciones de navidad. El sorteo lo hacen las chicas de Etxebide de Lakua. A mi una vez me toco una botella de buen vino. La gente de Lakua y las sociedades creo (solo creo) que agradece que consideremos que esos regalos son de todos y no de los cargos que los han recibido.
PD2: por cierto, no solo es criticable y punible penalmente el que los cargos públicos acepten o exijan regalos o sobornos de las empresas privadas; el que esas empresas paguen esas cantidades también es criticable y punible; para que haya corrupción debe haber corrompido, pero también corruptor (aunque ya sé que esas cantidades a veces son ofrecidas, pero otras veces son exigidas).
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