Dado el pollo que se ha montado con la consulta del Lehendakari Ibarretxe en la política vasca y española, que a buen seguro ante la cercanía de las elecciones va a ir a más, quizás llegando de nuevo al frentismo (situación que volveríamos a lamentar y pagar todos), me gustaría aportar serenamente algún dato objetivo.
La Constitución trata el tema de los referemdums o referenda de la siguiente manera:
- España se constituye en Estado Social y Democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político (art 1.1 de la Constitución).
- Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política (art 6 de la Constitución).
- Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultura y social (art 9.2 de la Constitución).
- Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicoas por sufragio universal (art 23 de la Constitución).
- Corresponde al Rey convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución (art 62 C de la Constitución)
- Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referendum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados. Una ley orgánica regulará las condiciones y le procedimiento de las distintas modalidades de referéndum previstas en esta Constitución (art 92 de la Constitución).
- Esa ley es la Ley Orgánica 2/1980, de 18 de enero, reguladora de las distintas modalidades de referéndum (modificada por LO 12/1980). Solo se ha convocado en España un referéndum, el de la OTAN en 1986.
- El Estado podrá transferir o delegar en las CCAA, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente transferencia de medios financieros, así como las formas de control que se reserve el Estado (artículo 150.2 de la Constitución).
Como veis la Constitución considera que es necesario que los ciudadanos participemos directamente en decisiones de especial trascendencia política a través de la consulta directa.
El stablishment político español (en realidad todo el occidental) le tienen verdadero pavor a las consultas populares y, salvo excepciones (Suiza e Italia) huyen de las mismas como de la peste.
En España solo hemos tenido una en 1986 con motivo de la entrada en la OTAN. Después parece ser que, salvo las que puedan derivarse de las refomas constitucional o estaturias, todas se consideran perversas. Las de ámbito español o estatal por supuesto. Las de las CCAA no tengo que extenderme pues el follón que se ha montado desde el Pleno del Parlamento Vasco del pasado viernes es bien significativo. Todo ello a pesar de que el artículo 150.2 de la Constitución permité reconducir este asunto (el Estado autoriza a una CA a que convoque un referéndum en un caso concreto o a que lo haga de forma general cuando estime la CA oportuno). Incluso parece que tampoco puede haber referéndums muncipales (pongo un ejemplo vinculado al trazado del Tren de Alta Velocidad vasco). Vamos que si es por nuestra clase política dominante, referéndums creo, que pare eso están ellos y quien mejor que ellos va a saber lo que quiere el pueblo.
Obviamente no soy tan iluso como para no darme cuenta con que esto tiene tanto o más que ver con las consultas directas a la ciudadanía como con el hecho de que la soberanía nacional es, para muchos, indivisible y una parte del demos (pueblo) no puede expresar sus opiniones de forma separada, pues, según ellos, en vez de un demos tendríamos varios demoi (pueblos).
A mi el debate identitario me cansa hasta extremos insospechados. Pero que me canse, que no lo considere prioritario, que me parezca que hay cosas más urgentes que atender, no quiere decir que el tema deba ser evitado.
En democracia hay que escuchar a la gente. Cuando hay problemas políticos graves hay que escuchar a la gente. Y hay que escuchar a la gente en su conjunto, así como en los grupos que conforman, cuando estos existan. Todo lo contrario es, al menos para mi, bastante antidemocrático.
¿Que miedo hay a que el pueblo vasco o la sociedad murciana, si fuera el caso, expresen su parecer sobre un problema político de primera magnitud de su comunidad? Si existe un problema ¿no parece necesario conocer la opinión de la ciudadanía? ¿No es democráticamente necesario en muchos casos conocer directamente, sin la intermediación de las elecciones ordinarias, cual es la opinión de la ciudadanía? Creo que desde una teoría y praxis democrática todas estas preguntas solo tienen una respuesta.
Dicho lo anterior, diré que me da igual como se llame ese referéndum. De autodeterminación, por el derecho a decidir, consultivo, habilitante ... Todo eso son solo nombres. En realidad estamos ante querer o no querer tomar el pulso directamente a la opinión pública sobre un tema trascendental.
En el caso concreto de Euskadi diré que deseo que haya ese referéndum de una santa vez, que lo ganemos quienes queremos seguir vinculados a España (en mi caso con un vínculo federal) y que el nacionalismo vasco y ETA dejen de decir que están en España a la fuerza, pues el dictamen de las urnas habría dejado claro que no es así.
Creo que el gran error del nacionalismo español es no entrar a este trapo y acabar de una vez por todas con esta querella histórica. ¿Porque no se hacen un viaje a Canadá, y más concretamente a Quebec, los líderes del PSOE y PP y comprueban que los referéndums que allí se han producido han reforzado la cohesión estatal de Canada en vez de dañarla? Hasta tal punto llega la cosas que el Parti Québécois ya no habla con tanta alegría de los referéndums pues los pierde y la causa independentista pierde apoyos. ¿Porque razón el nacionalismo español no da una democrática leche en la mesa en forma de consulta popular en la que la mayor parte de la sociedad vasca digamos que queremos permanecer en España? Yo, la verdad, no lo comprendo.
Obviamente un referéndum de estas características es mejor celebrarlo con ETA ya desaparecida. Pero esto es algo que nadie puede garantizar. Desgraciadamente no está en las manos de nadie, salvo de la propia ETA. Y si ETA no quiere desaparecer no creo que sea democrático impedir que la sociedad vasca se exprese, por el hecho de que haya una banda terrorista operando. Aceptar eso sería tanto como entender que ETA puede marcar la agenda política vasca y española.
Dicho lo anterior, creo que también al nacionalismo vasco hay que ponerle condiciones de cara la referéndum o referéndums. Si lo pierden que acepten su resultado y digan bien alto que Euskadi ha decidido democráticamente ser parte de España. Y si lo ganan y se abre camino a la independencia será necesario, como ocurrió en Canada con la Ley sobre la Claridad, dejar bien claro cuanto dinero tiene que pagar Euskadi al resto de España por las inversiones realizadas históricamente aqui, la parte del desarrollo que Euskadi debe al resto de España, la forma de respeto a las minorías, la manera de reconocer las dobles nacionalidades, la no inclusión de Euskadi en la UE hasta que la UE la acepte, etc. Vamos que lo de la independencia es precioso cuando se amenaza con ello para sacar ventaja política y económica dentro del Estado que, en verdad, no se quiere abandonar. Pero es algo más serio cuando se va a ejercer de verdad. En Canadá el debate sobre estos temas concretos hizo que personas que simpatizaban con la independencia hayan acabado siendo firmes votantes contrarios a la mismas.
Con todo este rollo, que aqui paro, solo quería decir varias cosas sencillas:
- La Constitución española regula los referéndums. Son los políticos españoles los que no quieren usarlos.
- En Euskadi sería bueno hacer la puñetera consulta de una vez y ver que sale.
- Yo en esa consulta votaría permanecer en España e impulsar un proceso de federalización de la misma.
- El nacionalismo español comete un error histórico al impedir un referéndum que podría zanjar este tema de una vez por todas, precisamente en su favor.
- El nacionalismo vasco siempre ha estado cómodo en su papel de vícitma dentro del Estado español y habría que dejarle claro las condiciones y consecuencias de separase del resto de España.
Perdón por el exceso de texto.
Como siempre, vuestras opiniones son más importantes que mis escritos. Las espero con interés.
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