Hace unos días vi UN, DOS, TRES de Billy Wilder con James Cagney en el papel estelar de ejecutivo de Coca Cola en el Berlín dividido de los años 50.
No es la mejor comedia de Wilder, pero si duda tiene puntos humorísticos realmente notables y tuvo que ser, en su día, un soplo de aire fresco al reirse, sin remilgos, de los bloques y la guerra fría.
Ya digo, no es lo mejor de Wilder, pero lo disfruté.
Creo que no se la considera una obra maestra por casualidad. Primorosamente fotografiada, con un guión maravilloso, unos actores geniales y un ritmo de cine negro del bueno que da mucho placer.
Ayer vi SHANGAI EXPRESS, casi una reliquia arqueológica del año 32 del pasado siglo dirigida por Josef von Sternberg y protagonizada o eclipsada por Marlene Dietrich (que labró en esta película su imagen de mujer fatal)
Llama un poco la atención la simpleza narrativade este film (un grupo de europeos de clase alta viaja de Pekin a Shangai en una China sumida en su guerra civil de principios del siglo XX) y su cuidado por la estética (ciertos planos del tren son deliciosos).
Estamos en un momento de cine sonoro incipiente y muchas son las cosas que hay que perdonarle a esta película y a muchas de su época.
Sin embargo, disfruté al verla, aunque solo sea por cinefilia historicista.
No es país para viejos ha venido precedida en España de una formidable campaña de publicidad como consecuencia de la riada de premios y nominaciones que está disfrutando uno de los protagonistas de la cinta, el español Javier Bardem. Y, no lo negaré, los medios nos han hecho pensar que estamos ante una de las grandes películas del año, década ...
Si en mi caso juntamos las dos cosas (mi admiración por los Coen y la campaña de publicidad) es claro que también surgieron en mi las ganas de ver la película y que albergaba muchas expectativas respecto a la misma.
No es país para viejos cuenta, a priori, con un buen guión (narcos mexicanos, empresarios norteamericanos, asesinatos, policías, vaqueros metidos a ladrones, asesinos a sueldo, etc), un casting estelar y de gran calidad (entre otros está Tommy Lee Jones), una dirección de gran prestigio ... y sin embargo, a mi no me acabó de enganchar. Me dio cierta sensación de inconsistencia. Hacia los tres cuartos de la película, al menos para mí, esta pierde tensión narrativa. Y el final (que no contaré), más que una muestra de autoría, a mi me pareció un cierre en falso, coherente con esa pérdida de tensión de la que antes he hablado.
Me recordó este No es país para viejos un poco al cine de John Sayles o a Los Tres entierros de Melquiades(del propio Lee Jones en funciones de director). Supongo que por ser todas ellas películas del Río Grande y los dos lados de la frontera. Aunque, todo hay que decirlo, No es país para viejos es mucho mejor que Los tres entierros de Mequilades y peor que Lone Starde John Sayles.
Sea como fuere, un cierto fiasco.
PD: Javier Barden borda el personaje de asesino a sueldo psicópata, pero creo que no era un papel excesivamente complicado (por excesivo); si le dan el Oscar por esta película se dirán seguro tonterías en torno a su capacidad como actor que es mucha y muy superior a la que permite demostrar este papel.