En el tremendo alboroto que se ha montado con el cierre / no cierre de la central nuclear de Garoña (algo que no sucedió cuando el gobierno popular cerró Zorita) he escuchado algunas cosas que sonrojan un poco. Hay quien defiende la energía nuclear como una forma de obtener soberanía nacional energética. No lo explican muy bien, pero supongo que quieren decir que al no necesitar combustibles fósiles líquidos o gaseosos (que siempre los adquirimos en el mercado internacional y de muy pocos proveedores) estamos aumentando nuestra soberanía nacional energética. El argumento sería correcto si no fuera por el pequeño detalle de que el combustible y la tecnología nuclear que se usan en España no son españoles y también debemos adquirirlos fuera. Pero creo que quien usa estos argumentos conoce muy bien el imaginario colectivo español y lo que le está diciendo a la población es "apoya lo nuclear que da empleo y riqueza".
España es un país muy complicado en el que siglos de caciquismo, junto con el recurso muy freceunte a la violencia política, una guerra civil demasiado reciente y décadas de dictaduras no han sentado las mejores bases para los debates serenos, racionales y estructurales. También creo que a las energías renovables le pueden estar perjudicando, en términos de imagen pública ante cierto público, su caracter de bandera del ecologismo y de buena parte de la izquierda. Por ello, en vez de defender las energías renovables en términos racionales y largoplacistas (energía limpia, respetuosa con el medio ambiente, ilimitada en su suministro, de creciente potencial energético y económico, etc), creo que en España puede ser de más interés hacer una defensa puramente economicista, crotoplacista y patriotica: no tenemos ni gas ni petroleo ni combustible nuclear ni carbón, pero somos líderes mundiales en tecnologías y empresas de energías renovables, disponiendo además de ilimitado sol, viento, mareas, geotermia, etc. Vamos que si perservamos en el esfuerzo de las energías renovables nos podemos hacer de oro. Olvídense de que le haríamos un favor al planeta o a las generaciones venideras (incluídas la de nuestros hijos). Las energías renovables son buenas pues pueden permitir que España sea un país más rico con una ciudadanía más prospera. Creo que en términos de gestión del imaginario colectivo español esto será mucho mejor para la promoción de las energías renovables que las apelaciones a la inconveniencia de la energía nuclear, el carbón o los combustibles fósiles o la deseabilidad de las energías renovales en términos estrictamente medioambientales y energéticos.
Y para que se vea que una España líder mundial en energías renovables no es algo quimérico, aporto, un poco al tun tun, algunos datos de las ultimas semanas:
- Guascor gestionará el mayor parque eólico del mundo en Argentina, además de invertir sumas multimillonarias en muchos otros lugares del mundo (por ejemplo en Sicilia).
- Algunos de los mayores y mejores centros de energía solar están en España.
- Gamesa es el primer proveedor industrial de aerogeneradores del mundo.
- En otro orden de cosas, mucho menor en magnitud energética presente, se van dando los primeros pasos en energía geotérmica o maremotriz (como boton de muestra la instalación del EVE en Bizkaia de energía maremotriz recientemente autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente).
Así que a los que quieran "vender" las energías renovables españolas les recomiendo alejarse un poco de "buenismo" (salvemos al planeta, seamos responsables con las generaciones venideras, respiremos aire de mejor calidad, etc) y que apuesten por la imagen de riqueza económica aqui y ahora. Algunos españoles menos altruistas o menos sofisticados intelectualemente captarán rapidamente el mensaje: "Pepe, que con esto nos vamos a forrar". Ya se sabe que este es un país con mucha atracción hacia las burbujas económicas y muy poco interés por el trabajo duro y constante.
Obviamente este post lo hago medio en broma medio en serio, pues tengo claro que apostar por un sector high tech como las energías renovables no es algo tan sencillo en terminos de gestión del capital humano y del conocimiento como en el caso de las fuentes tradicionales de la riqueza española en la segunda mitad del pasado siglo (ladrillos, coches y turismo). Las energías renovables exigen capital humano de primer nivel, I+D+i de vanguardia, universidades de primer nivel, etc. Pero como se diga claramente todo esto a la gente no le va a gustar. Y también bromeo un tanto cuando hablo de la repelencia de los españoles por el trabajo duro y su interés por las burbujas económicas, pues millones de españoles están muy bien preparados y trabajan duro para sacar a sus familias, regiones y al país adelante. Pero en público, repitamos siempre lo del "Pepe, que con esto nos vamos a forrar", aunque sepamos que la cosa es mucho más complicada, aunque factible.
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