Ante la actual masiva ola de solidaridad en torno al torturador de animales José Tomas, quisiera dar un nuevo enfoque: Navegante, el toro, no ha hecho más que defenderse del ataque del torturador.No ha llegado a la altura de Islero (que mató a Manolete) o de Avispado (que mató a Paquirri). Pero ahí le ha andado.
Yo en Aguascalientes iba con Navegante. Puede sonar fuerte, pero así es.
¿Como solucionar esto de las cornadas? Se prohiben los toros y aquí paz y despúes gloria. Todo llegará. Ya están prohibidos en Canarias, puede que se prohiban en Cataluña ...
Otro año más acaba la Feria de San Isidro, a decir de los entendidos, el culmen de la tauromaquia, sin que muera ningún torero. Por contra si han muerto bastantes toros, concretamente seis por corrida.
Siempre me han horrorizado las corridas de toros. Me parecen una salvajada. No encuentro nada de arte por ningún sitio. Y si mucho sadismo, maltrato animal, incultura, caspa y negocio. Soy, es innegable, antitaurino y me gustaria que las corridas de toros estuviesen prohibidas por ley.Desgraciadamente, hoy por hoy, todas las leyes españolas sobre protección de animales excluyen de manera expresa de sus previsiones proteccionistas a los toros y a la caza (la "deportiva" no la alimenticia que podría estas más justificada).
Este año la Feria de San Isidro ha recibido una cobertura en todos los medios de comunicación especialmente parcial y desmedida como consecuencia del exito en la práctica de matar toros del Sr. Jose Tomás. De forma insoportablemente partisana los medios han "informado" sobre la capacidad del Sr. Tomas para matar toros. Ni una sola mención a las manifestaciones antitaurinas (que este año han llegado hasta a manifestarse en el centro del coso madrileño). Ni una sola referencia a que millones de españoles nos avergonzamos ante tanto sadismo con los animales. Los medios españoles generalmente aceptan la tauromaquia como se acepta el hecho de que respiramos oxigeno, sin cuestionar nada y sin dar voz a los que se cuestionan algo.
Así que ante todas estas cuestiones, asqueado y escandalizado, afirmo que lamento profundamente que no haya muerto ningún torero tampoco este año en la Feria de San Isidro.