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ANIP: ACTIVACIÓN DE NUEVOS INGRESOS PÚBLICOS

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Primero un dato que creo que es más o menos compartido por todos: en el mundo público local hay un endémico desfase entre ingreso y gasto, atribuible a que lo local asume misiones para las que no tiene competencia, pero que si son de su incumbencia, en un contexto de financiación y fiscalidad local raquíticas.

Ahora aporto un segundo dato que no suele ser muy citado. En estos momentos las Corporaciones Locales españolas tienen duperavit presupuestario. Y en su momento de mayor deuda pública no superaba el 3% del PIB.

El tercer dato que pongo encima de la mesa es científicamente incontestable, aunque a algunos les sorprenda: nuestra administración en general y la local en particular están entre las pequeñas y baratas de la UE.

Un cuarto dato que tambien creo que es de dominio público: es indudable que hay margen para las mejoras de eficacia y eficiencia en el mundo público local, de forma que con el mismo gasto público se consigan más y mejores bienes y servicios públicos.

Y llamo la atención sobre un quinto y último dato que sé que resulta polémico: la tributación local entre nosotros es baja en comparación con otros estados de la UE. Aunque no podemos olvidarnos de que nuestro fraude fiscal y la economía sumergida son mayores que en los de la mayor parte de los países europeos. Y tampoco podemos dejar de lado que entre nosotros el reparto de la carga fiscal es muy dura con empleados, autónomos y consumidores. Algo que tambien ocurre en otros paises de la UE. Y que, sea como fuere, siempre produce la sensación de alta presión fiscal entre quien paga impuestos y de chollo entre quienes los evade ilegalmente o los elude legalmente. 

Sin negar que hay cierto margen para la reforma tributaria local (sin machacar más a trabajadores, autónomos y consumidores y sin dañar el empleo y el PIB), lo que podría llevarnos a incrementar los ingresos fiscales de las administraciones locales (parte de la reforma de la financiación pública local), y obviando analíticamente en este post la actualmente en curso reforma de legislación local (aunque añado que no va a ser un obstáculo para lo que se defiende en este post), creo que hay un campo que no está siendo suficientemente explotado: el aumento de los ingresos no tirbutarios de las administraciones locales.

Supongo que mucha gente se puede preguntar de que manera puede una ayuntamiento o una mancomundiad aumentar sus ingresos sin cobrar más impuestos, recibir más financiación de otras Administraciones o percibir más subvenciones. Pues bien, la respuesta está, en primer lugar, en la Constitución. Entre otros podríamos citar los siguientes artículos.

  • Art. 128.2: "Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica ..."
  • Art. 130.1: "Los poderes públicos atenderán a la modernización y desarrollo de todos los sectores económicos ..."

Y es que, los políticos y empleados públicos, a mi juicio, tienen que unir al concepto de servicio público (uno de los pilares de nuestro pacto social a preservar), el de economía pública local.

Hay campos de la actividad económica que solo pueden ser dinamizados con el concurso de las Administraciones Locales. En algunos casos porque los activos necesarios para ciertas actividades económicas son públicos. En otras, porque el sector privado ha abandonado o no emprende ciertas actividades económicas que son de evidente interés general por su capacidad de crear PIB, empleo y recuadación. Y en no pocas, solo con la participación de lo público se puede llevar a cabo ciertas actividades económicas en lo local (cuando se participa en los costes, se debe participar en la gestión y en los beneficios).

Llegados a este punto, explicito que no estoy pensando en el impulso de actividades económicas por parte del sector público local solo con los actuales métodos de gestión. En otras ocasiones he hablado de la Empresa Pública Total (EPT) y de la Gestión Integral de Proyecto Públicos (GIPP). Estas dos técnicas de gestión son perfectamente aplicables para la generación de nuevos ingresos públicos mediante la actividad económica pública local. Aunque me remito a esos dos posts, señalo que, en ambos casos, estamos hablando de usar las mejores técnicas de gestión profesional al servicio de lo público, sin comprometer recursos presupuestarios o plantilla públicos, garantizando que el control estratégico y los beneficio de las operaciones son integramente públicos y retribuyendo a los profesionales que intervienen en estos proyectos única y exclusivamente por su trabajo.

Pues bien, si aplicamos a la economía pública local técnicas como las citadas (EPT y GIPP) es posible activar nuevos ingresos públicos que se pueden aplicar, entre otros fines, a la garantía/mejora de los servicios públicos ya existentes o a la creación de nuevos. 

Entiendo que hay que tener mucho cuidado con dos fronteras delicadas: no es posible gestionar servicios públicos locales netamente asistencias solo con técnicas EPT o GIPP. Los servicios claramente asistencial debe estar sustentado por impuestos, sin perjuicio de que los beneficios de la actividad económica pública local pueda, a posteriori, ayudar a cuadrar las cuentas o a mejorar la cartera de servicios públicos asistenciales. Y por otra parte, las corporaciones locales no deben competir con actividad económica privada ya existente en nuestros pueblos, ciudades y campos. Pero respetados estos límites, la actividad económica pública local no solo es posible, sino que es imprescidible en estos momento.

Las reflexiones de este post no son solo personales (que tambien). Las he compartido con mis compañeros del Grupo Zahoz y de Urbania ZH Gestión. De hecho, el ANIP (Activación de Nuevos Ingresos Públicos) es un servicios que hemos prestado ya en muchos ayuntamientos y otras Administraciones Locales con buenos resultados, en campos tales como la vivienda en todas sus acepciones, los servicios para mayores, infancia y jóvenes, la actividad comercial, la promoción del cooperativismo, los servicios educativos, la agricultura, la dependencia, la energía, el deporte o el transporte. Lo hemos hecho con ayuntamientos y mancomunidades pequeñas, medianas y grandes que operan en lugares diversos del territorio. Y lo hemos hecho con la financiación de más de una docena de las principales entidades financieras que en estos momentos aún operan.

Y lo hemos bajo las siguientes premisas:

ACTIVICACION = gestionamos servicios, proyectos y empresas públicas para conseguir resultados económicos, sociales y políticos, generado riqueza, desde una defensa clara de lol público, innovando en la gestión y mejorando la calidad de los servicios públicos.

NUEVOS = sin plantilla pública, sin presupuestos público, cobrando solo por la gestión y solo si hay actividad y éxito, garantizando que el 100% del beneficio es público, en el marco de operaciones que deben ser autofinanciables

INGRESOS = el camino de la optimización de gastos es necesario, pero hay que dar el salto a la generación de nuevos ingresos públicos, con un control estratégico total y absoluto por parte de la matriz administrativa.

PUBLICOS = aspiramos a convertir a las Administraciones públicas Locales en agentes económicos activos al servicio de un modelo de municipio equilibrado, reforzanso los servicios públicos e inovando, para caminar hacia la igualdad de oportunidades y la sostenibilidad en su triple acepción (económica, social y ecológica).

No es un camino exento de dificultades, pues implica un cambio cultural en la forma de operar de políticos, empleados públicos, profesionales externos que trabajan para la Administración, financiadores y otros proveedores. Pero es un camino que inexorablemente se va a recorrer.

En los próximos meses vamos a oir hablar mucho de sinergias (fusionar servicios, municipios, mancomunidades, etc) y también, aunque ahora no lo parezca, de financiar lo municipal con actividad económica pública local (reactivar). Porque, no nos engañemos, recortar no es reformar. Y lo que nuestra administración local (y las demás tambien) necesitan no es un poda, sino una reforma a la búsqueda de la eficacia y la eficiencia y el pos del interes general, con todo lo que ello debe implicar de sanas cooperaciones entre lo público y cierto tipo de iniciativas privadas.

 

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