Hace unos días tuvo lugar en el Parlamento Vasco un debate monográfico sobre la política de vivienda en esta Comunidad Autónoma (os dejo la ficha parlamentaria del debate, la transcripción de la sesión y las resoluciones aprobadas).

Ante la palmaria y prematura evidencia de que no se van a cumplir los objetivos en materia de producción de vivienda protegida, alquiler público, rehabilitación, reducción de la vivienda vacía, regeneración urbana, etc contenidos en el Plan Director de Vivienda y Regeneración Urbana 2010-2013 el Gobierno Vasco ha adoptado una actitud de cierto realismo. Los máximos dirigentes en materia de vivienda del Ejecutivo vasco hablan de "la cruda realidad" para expresar la calculada franqueza con la que, en principio, comparten con todos la situación presente.

Sin embargo, a uno le extraña que el Gobierno sepa ya en abril del 2011 que va a incumplir sus previsiones para el periodo 2010-2013, cuando las mismas fueron aprobadas el 28 de diciembre del 2010. Si en un solo trimestre ya se sabe que las previosiones para ese y los once trimestres siguientes no se van a cumplir es que las previsiones estaban muy mal hechas.

Tambien sorprende que el Gobierno Vasco de por bueno incumplir de forma frontal sus objetivos alegando insuficiencia de medios, cuando su presupuesto ha decrecido en el entorno del 15% (las previsiones oficiales dicen que los recursos presupuestarios del periodo 2010-2013 serán incluso mayores que los del cuatrienio anterior, aunque nadie lo crea posible), la financiación de bancos y cajas ha disminuído un 40% y siguen disponiendo del mismo número de personas en gobierno y sociedades públicas. ¿Como es posible que se acepten niveles de desempeño inferiores al 50%, al 25% o al 10% de los objetivos cuando la plantilla se mantiene al 100%, el presupuesto se mantiene en más de un 85% y la financiación externa, aun fuertemente dañada, se mantiene en el 60% de lo habitual?

Con todos los respetos, a mi me parece que lo de la "cruda realidad" se lo debemos aplicar a otra realidad: las políticas públicas de vivienda han dejado de ser una prioridad del Gobierno Vasco y la crisis es el contexto perfecto para retirar recursos, entusiasmo y liderazgo de este área y dedicarlos a otras que se consideran más necesarias.

Si de verdad se quisiera contar la "cruda realidad", lo que se tendría que estar comunicando es que la vivienda pública no es ya una prioridad para este Gobierno Vasco. Y no se debería tener empacho en decirlo, pues muchas son las labores de un gobierno y no todas pueden ser prioritarias en todos los contextos. Incluso mucha gente aceptaría que en este momento no es prioritaria la vivienda pública y si otras cuestiones. Aunque este no es mi caso, pues yo considero que cuando más dura es la crisis y más sufren muchos las dificultades socio-económicas, más necesaria que nunca es la vivienda pública. Sea como fuere, bien estaría que no nos contaran la verdadera verdad y no la pretendida "cruda realidad".

PD: lanzo una provocación que supongo que nadie recogerá; si la crisis aprieta los presupuestos públicos y dificulta la financiación bancaria, ¿nadie ha pensado que ha llegado el momento de pensar en la técnica cooperativa como un recurso más al servicio de las políticas públicas de vivienda; gestión cooperativa de los ciudadanos, con apoyo técnico y económico público, con financiación de los cooperativistas y de entidades financieras; todo ello para promover vivienda protegida en régimen de alquiler y, yendo más allá, comunidades de vecinos y no solo conjuntos de viviendas y edificios.

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