He estado trabajando unos meses con la Diputación de Barcelona para generar una guía de herramientas, instrumentos y métodos de movilización de la vivienda vacía hacia el alquiler asequible utilizables por los ayuntamientos de esa provincia. Dicha guía, en breve, verá la luz.

Desde el 2009 se ha incrementado alarmantemente el número de viviendas vacías (tanto de nueva construcción como la situadas en la ciudad consolidada), mientras que se producen miles de ejecuciones hipotecarias. En este contexto la Diputación de Barcelona encargó recientemente a URBANIA ZH GESTIÓN la elaboración de un informe sobre estrategias y medidas que pueden adoptar los municipios barceloneses para movilizar el parque de viviendas vacías en sus territorios hacia el alquiler asequible, así como hacia nuevas maneras de gestión de la política de vivienda que nos asemeje a lo que se hace en los países europeos punteros en esta materia.

Partimos de una premisa: en España no se ha puesto nunca en marcha una auténtica política de vivienda. Al contrario, se ha entendido la vivienda como una palanca para el desarrollo económico del sector de la construcción. O, cuando se han impulsado políticas públicas en torno a la vivienda, estaban focalizadas en sectores desfavorecidos de la población. Es decir, estas políticas tenían solo carácter social. No hemos tenido políticas de vivienda con carácter transversal que tuvieran impacto industrial, laboral, social, urbanístico, medioambiental y territorial.

Aunque suene a paradoja, el enorme stock de vivienda vacía (en gran medida histórico y ahora acrecentado por el estallido de la burbuja inmobiliaria) y la necesidad de dar solución a las personas con dificultad para acceder o mantener su vivienda, ofrecen una oportunidad para implementar políticas públicas de vivienda integrales y eficaces. Más aún si tenemos en cuenta que nuevos propietarios de vivienda vacía (fondos de inversión, inmobiliarias bancarias, etc) se encuentran con enormes problemas de gestión. Ahora más si cabe, es posible una nueva política de vivienda aumentando la colaboración público-privada.

Estas nuevas políticas deben partir de tres grandes procesos: DETECTAR, MOVILIZAR Y GESTIONAR.

Detectar el parque de viviendas vacías, pero no solo desde el punto de vista cuantitativo (cuántas viviendas vacías hay en el municipio) sino también cualitativamente (cuáles son realmente habitables, situación jurídica, lugar físico, posible cruce entre oferta-demanda). A esto le llamamos medición de la alquilabilidad.

A continuación, es necesario afrontar la puesta en marcha de medidas que faciliten la movilización hacia el alquiler asequible de estas viviendas vacías realmente habitables. Los ayuntamientos catalanes tienen una gran variedad de instrumentos para poder llevar a cabo estas acciones y tienen el respaldo jurídico para desarrollarlas.

Y por último, los ayuntamientos deben gestionar. En primer lugar, cooperando con los programas de la Generalitat en materia de vivienda desocupada. En segundo lugar, con la gestión directa de las viviendas que ha conseguido movilizar. Y finalmente con el fomento y promoción de las housing associations, tan comunes en la UE y que permiten una adecuada colaboración con una entidad privada, profesional y sin ánimo de lucro. Todo ello orientado al fomento de una vivienda alineada con la economía, lo social, el desarrollo sostenible y el refuerzo de las redes comunitarias civiles.

Estas son solo algunas de las medidas que propusimos a la Diputación de Barcelona y que ponemos a disposición de los ayuntamientos del territorio barcelonés, del conjunto de Cataluña y de otras CCAA.

Desde URBANIA ZH GESTIÓN queremos hacer hincapié en que es posible otra política de vivienda desde el ámbito municipal y que podemos ayudar a ponerla en marcha.