Hace unos días supimos por la prensa (en este caso EL CORREO) varias cosas en relación al convenio financiero entre el Gobierno Vasco y las entidades financieras en materia de vivienda (entre otras cosas, regula la financiación cualificada que dan las entidades y que reciben tanto los promotores de vivienda protegida como sus usuarios para edificar, vender, comprar o alquilar este tipo de viviendas, así como la financiación cualificada que pueden recibir los titulares de una vivienda que es objeto de ayudas públicas para rehabilitarla).
Bien, en primer lugar, el convenio no está firmado y todos (Gobierno Vasco, entidades financieras y prensa) en público hacen como si lo estuviera, después de anunciar a principios del 2010 que el convenio entraba en vigor. En teoría las entidades financieras dan créditos contra el convenio "como si este estuviera firmado". En teoría.
Pero además nos enteramos de que en el primer trimestre del 2011 prácticamente no se habían dado créditos a los compradores de vivienda protegida y los créditos a los promotores públicos y privados de vivienda protegida se han reducido de forma sensible. Este tipo de préstamos cualificados cayeron un 28.5% en el 2010 respecto al 2009. Y en el primer trimestres del 2011 han caído un 55.6% respecto al 2010. El Gobierno Vasco tenía previsto que se concedieran 500 millones de euros de este tipo de préstamos en el 2010 y solo se concedieron 328.7. En el 2011 la previsión oficial es de 440 millones de euros y parece difícil que se llegue a cumplir.
De todo ello uno podrían deducir que la máquina de hacer viviendas protegidas (más de la mitad del actual mercado vasco de la vivienda) prácticamente se ha parado en este primer trimestre del 2011.
Sin embargo, si atendemos a los datos que sobre producción de vivienda protegida ofrece el Observatorio Vasco de la Vivienda, en el primer trimestre del 2011 se iniciaron en Euskadi 1.281 viviendas protegidas. Y si consultamos los datos del Ministerio de Fomento comprobaremos que en ese mismo trimestre se empezaron en Euskadi 1.533 viviendas libres. En total 2.814 viviendas, que ponderadas a cuatro trimestres (perdonen la zafiedad prospectiva) arrojan un posible total de 11.256 viviendas iniciadas en el año 2011 en Euskadi. Si tenemos en cuenta que en el año 2010 se iniciaron en Euskadi 7.188 viviendas (4.616 protegidas y 2.572 libres) el asombro es mayúsculo (los datos oficiales dicen que se avecina un incremento de la producción de vivienda de casi el 57% en el año 2011 y que podríamos pasar de las 3.2 viviendas nuevas por cada 1.000 habitantes del 2011 a 4.8, en el 2011, acercándonos a los 6.4 de la pasada década).
Así que los datos oficiales y oficiosos nos dicen que el crédito se ha secado casi por completo y, a la vez, la producción florece. Obvamiente, algo tiene que estar mal. Además de mi extrapolación chapucera de uno a cuatro trimestres, puede jugar algún papel el que las estadísticas sobre vivienda en España tienen un nivel impropio de un país de la UE que asiste al G-20.
Sea como fuere, a nivel de Euskadi, uno no sabe si creerse este escenario de florecimiento de la vivienda (sobre todo la libre) a pesar de la contracción del crédito (incluso en el segmento menos riesgosos de vivienda protegida). Es difícil pensar en cuatro datos que combinados tengan menos sentido en el actual panorama económico, social y administrativo vasco. Si además tenemos en cuenta las estadísticas sobre hipotecas en fuerte caída, las ventas de suelo y precios del mismo en severo descenso, las más de 15.000 viviendas libres en stock, las 45.000 viviendas usadas vacías y las viviendas protegidas ya producidas que no tienen quien las ocupe por los carruseles de renuncias, la cosa aún tiene menos sentido.
La solución a este acertijo: en febrero o marzo del 2012 (cuando se conozcan los datos consolidados del año 2011 completo).
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