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  • EUROPEAN NETWORK OF HOUSING RESEARCH. 6/2013 TARRAGONA. OVERCOMING THE CRISIS: INTEGRATING THE URBAN ENVIRONMENT.

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    A finales del pasado mes de junio tuve la suerte de poder estar por segundo año consecutivo en la conferencia anual de la red europea de investigadores sobre la vivienda llamada European Network of Housing Research (ENHR). El año pasado la conferencia fue Lillehammer (Noruega) y de mi experiencia algo comenté en este blog. Este año, el del 25 cumpleaños de la red, ha sido en Tarragona, donde desde el punto de vista organizativo, todo fue como la seda, gracias al esplendido equipo del Profesor Nasarre de la Universitat Rovira i Virgili.

    Esta conferencia internacional, como en otras similares, es un circo de tres pistas en el que tienen lugar cientos de cosas muy interesantes en muy pocos días. Es imposible asistir ni siquiera a una pequeña parte de las que a uno más le pueda interesar. Para que nos hagamos una idea estamos hablando de un programa plenario y de comisiones realmente mastodóntico, como no puede ser de otra forma en una red académica que trabaja todo el año organizado en más de dos docenas de grupos temáticos y que cuenta con una base estable de unos 500 investigadores. Además, en esta ocasión, había una comisión en español (algo excepccional en una red que en sus 25 años de historia ha trabajado en inglés) que era un verdadero congreso paralelo por su extensión, minuciosidad y calidad (programa de la comisión española). Y, como es evidente, las cosas que no están en el programa, especialmente los encuentros con amigos y colegas, son no pocas veces lo más provechoso.

    Comparto algunas impresiones generales que yo me llevé de esos días en Catalunya:

    • Desorientación: aun que el tono del congreso y de la red es eminentemente académico, es claro que se trabaja para ser últil a la sociedad europea y, por tanto, se aspira a influir en los políticos, los medios, la ciudadanía, etc. Pues bien, mi resumen particular de lo que he visto y leído en y después del congreso es que muchos de los académicos europeos especializados en vivienda entienden que el proyecto neoliberal no funciona (propiedad+mercado+nueva vivienda), los socialdemócratas se han rendido (debería haber sido la defensora del trinomio alquiler+servicio público+rehabilitación), no se escucha a los buenos y experimentados profesionales del sector (no solo académicos, sino gestores públicos, profesionales privados, expertos en gestión cooperativa y activistas) y la indignación aún no se ha organizado (como pasa en otros muchos campos del tracto social).
    • Pena: España es marginal en estos encuentros. Sin perjuicio de que algunos de los participantes españoles en este evento son gente del máximo nivel y reconocimiento (a veces más fuera que en casa), no debemos hacernos trampas al solitario: la presencia española es baja en esta red. Tampoco debemos dejarnos engañar por el espejismo de la fuerte presencia catalana en el evento de este año. Que España, con la de cosas que hemos hecho mal en materia de vivienda en las últimas décadas, no tenga suficiente gente formada con los ojos y las orejas puestas en la red europea de investigadores de vivienda, merece el juicio que merece. Sin más.
    • Excepticismo: la gran apuesta de la Generalitat de Catalunya (la única administración española visible en términos de políticas públicas en el congreso) es la propiedad compartida y temporal. En mis ya casi ocho años de blog dedicado fundamentalmente a la vivienda he explicado muchas veces que yo no creo en las soluciones unívocas mágicas (solo propiedad privada han defendido de facto el PP y el PSOE en las pasadas décadas; solo alquiler social han defendido muchas fuerzas de izquierdas; solo cooperativas en régimen de cesión de uso defienden ciertos activistas, etc). Yo creo en una buena mezcla de público/cooperativo/privado que incluya propiedad/alquiler/derecho de superficie/cooperativas/propiedades parciales y temporales/etc. Así que, con todo el respeto, soy excéptico en relación a la propiedad temporal y compartida que defiende ahora CIU. Máxime si tenemos en cuenta los resultados que ha producido en el mundo anglosajón (acaba siendo propiedad privada de vivienda y no propiedad pública dedicada al alquiler). Dicho todo esto con el máximo respeto por los dirigentes convergentes y afecto por los académicos catalanes que defiende esta vía.
    • Animo: en cierto modo, todos somos furgón de cola y vanguardia a la vez. Y me explico. Países como Holanda, Francia o Suecia, históricamente modélicos en sus políticas públicas de vivienda sufren ahora los efectos de privatizaciones parciales, recortes de fondos públicos, ataques de la UE y recelos de los poderes establecidos (las grandes mercantiles y la banca) en relación a la capacidad de la sociedad civil de auto-organizarse y ayudar al estado a cumplir misiones de interes general. Por otra parte, paises que hemos sido una calamidad en materia de vivienda, contenemos en nuestro interior buenas prácticas que deben ser mujy tenidas en cuenta, pues están a la altura de la vanguardia europea. Y esa sensación de que la vanguardia anda tocada y en el furgón de cola surgen cosas bellas (vg ningún país de la UE ha parido algo como la PAH) me da ciertos ánimos.
    • Extrañamiento: llevo más de una década asistiendo a este tipo de encuentros sucesivamente como activista, político, gestor público, letrado, experto y ahora empresario del ramo y, en cierto modo, soy un outsider. Esto me produce una sensación de extrañamiento que no sé si es buena o mala, pero que me permite tener un juicio más holístico que el que suelen tener los que solo sostiene un punto de vista. Aunque, no lo negaré, tengo cierta envidia sana por lo que pueden dedicar décadas de su vida profesional al estudio de estos temas sin más compromisos que los propios de la universidad.

    Aunque es lo de menos, yo participé directamente en dos de las muchas cosas que se hicieron en el Congreso. 

    En primer lugar, presenté un pequeño trabajo en la Comisión en español (WS-26 Spain) titulado SOBREVIVIR AL PINCHAZO DE LA BURBUJA SIN VOLVER A CAER EN ELLA: LO PUBLICO, LO COOREPATIVO Y LO PROFESIONAL CON ÁNIMO DE LUCRO LIMITADO. Mi exposición oral fue en español, pero el material que aporté se quedó en inglés (en parte se basa en reflexiones trabajadas para encuentros anteriores), pues no me dio tiempo a traducirlo. Ahora debo reconocer que me da una pereza tremenda hacer una versión española. Así que, me temo, se va a quedar como está, salvo que las reflexiones que contiene sirvan para hacer algún futuro artículo en español.

    En esta presentación defiendo que si no cambiamos ningún factor estructral "curaremos" la burbuja inmobiliaria con nuevas burbujas o, al menos, con procesos meramente especulativos, con todo lo que ello significa en términos de dolor colectivo social, económico y medioambiental. Tambien defiendo que la realidad actual apunta a que no se está reformando nada en la dirección necesaria, sino más bien al contrario (el complejo financiero-inmobiliario se está preparando el terreno para la próxima ronda depredadora con leyes/planes públicos más que deficientes para el interés general en materia de suelo, alquiler, costas, hipotecas, desahucios, políticas públicas de vivienda, etc). Y frente a ello, yo propongo una razonable y funcional alianza de lo público-estatal, lo cooperativo, lo ciudadano y cierto tipo de elementos profesionales/mercantiles en los que el lucro esté limitado. Defiendo todo esto, no solo desde un punto de vista teórico (que también), sino que lo hago desde un enfoque pragmático, algo que está acentuando mi actual faceta de empresario y que tiene mucho que ver con los tres productos claves de mi empresa: ANIP, EPT, GIPP.

     


    La otra participación directa que tuve en el ENHR2013 fue moderar el tercer plenario dedicado a las políticas públicas de vivienda en una UE que quiere superar la crisis. Tuve el honor de presentar a José Pablo Rodriguez-Marin Sastre, Gerente de la Agencia Catalana de Vivienda (Agència de l’Habitatge de Catalunya) y a Jeroen van der Veer, Vicesecretario de la Federación de Asociaciones de Vivienda de Amsterdam (Amsterdamse Federatie van Woningcorporaties).
    En cierta medida, estamos antes dos modelo extremos (Holanda-Amsterdam y España-Catalunya). Uno (Holanda) apuesta por una acción pública universal (atender a todo el que lo pida con independencia de su renta y otros factores socio-económicos), centrada fundamentalmente en el alquiler, que busca alianzas entre el estado y entidades ciudadanas sin ánimo de lucro y muy profesionalizadas y que siempre ha tenido apoyo financiero y económico del estado. El otro modelo (España) apuesta por una acción pública marginal, centrada en la propiedad de vivienda de mercado, en el que el estado no busca (y a veces rechaza) alianzas con elementos comunitarios, cooperativos y profesionales privados y que se basa en el crédito casi al 100% de mercado.
    Para que nos hagamos una idea del punto en el que estaban los dos panelistas, las asociaciones de vivienda solo en Amsterdam (privadas, profesionales, sin ánimo de lucro y coordinadas con el estado) disponen de más viviendas de alquiler a precio moderado y social (casi 200.000) que todas las Administraciones Públicas españolas juntas (que no pasan de las 150.000 y además las están parcialmente vendiendo). España tiene más de 47 millones de habitantes y Amsterdam menos de 1 millón. No diré más, pues los números cantan. Y para que nos hagamos una idea del estado del debate o diálogo entre estos dos modelos, la Generalitat de Catalunya cifra hoy sus esperanzas en programas públicos de vivienda, bien o mal diseñados (a mi juicio algo extraviados y anticuados), pero que carecen de financiación pública y mucho menos privada. Por su parte, las asociaciones de vivienda holandesas luchan porque no se les retire la única ayuda pública de la que hoy disponen (su endeudamiento está respaldado por el estado en términos de aval o garantía de último recurso), en estos momentos bajo el ataque de la UE (por presuntamente atentar contra la libre competencia) y aspiran a seguir financiando su actividad de proveer vivienda barata solo con su saber hacer y los ingresos generados por alquileres y ventas de su propio parque (the revolving fund principle).
    Hubiese sido muy interesante un mayor nivel de diálogo entre José Pablo y Jeroen, pero las limitaciones de tiempo y el debido respeto a la posición institucional de uno de ellos no lo hizo posible. A mi me hubiera gustado mucho que pudieramos hablar más sobre si el interés general solo lo debe defender en materia de vivienda el estado o tambien hay un papel relevante para las asociaciones ciudadanas sin ánimo de lucro y alta profesionalización. De la misma manera, me hubiese gustado que habláramos más de equilibrio macroeconómico y poder político y las conexiones de estas dos cuestiones con la existencia/ausencia de vivienda asequible. Me hubiese gustado que hablásemos más de las externalidades de una vivienda convertida en un activo financiero (comodification) y de la necesidad de hacerla retornar a su sentido originario de lugar donde vivir uno y una de las células mínimas del tejido urbano (decomodification). Y finalmente me hubiera gustado hablar más de las razones de la persecución de la acción estatal y ciudadana sin ánimo de lucro en materia de vivienda por parte de la UE. Mi teoría es que se persigue a estas y se privilegia al mercado financiero por la intínseca superioridad del las primeras -funcionan en la provisión de vivienda asequible- y la disfuncionalidad de las segundas que, eso si, hacen muy ricos a muy pocos encareciendo artificialmente el precio de la vivienda. Pero no hubo tiempo para debatir sobre como, en vivienda, Roma paga a los traidores y además lo hace muy bien.
    Sea como fuere, muy interesante algunas de las preguntas que se hicieron por parte del público asistente al plenario. Muy relevante la referida a los millones de viviendas, locales y garajes construídos, nuevos y vacíos que hay en España (uno de los viajes de campo de congreso fue a la costa tarraconense y sus barrios fantasmas). José Pablo fue interpelado directamente por uno de los miembros con más seniority de la RNHR sobre que se va a hacer con este asunto y contestó que los problemas legales y administrativos no permiten hacer demasiado. Yo no me pude contener y dado que solo me representaba a mi mismo en la mesa aporte mi visión: no hay en España en estos momentos ningún plan para forzar a los bancos quebrados y rescatados con dinero público a que pongan una parte del stock del que disponen no ya en alquiler social, sino meramente en alquiler. Y esto es posible porque el sector no reconoce pérdidas, gracias al atiborre de ayudas públicas pagadas por los contribuyentes y la ciudadanía en forma de todo tipo de recortes y privaciones (presentes y futuras). Pero dado que el lobby financiero-inmobiliario disponde del poder político básicamente a su antojo, el plan es esperar a que pase la crisis con el dinero público y vender con beneficios dentro de unos lustros. Este esquema de perdidas públicas y beneficios privados no solo es socialmente injusto, sino que económicamente es estúpido y medioambientalmente suicida. Y no solo está respaldado por el poder político español, sino que la UE lo apoya sin fisuras (recordemos como la UE explicitó que el dinero del MEDE no se puede utilizar en rescatar desahuciados, generar alquileres asequibles o crear empleo y que es solo para rescatar bancos). Con lo que se da la paradoja de que hay gobiernos europeos que en casa se comportan decentemente en materia de vivienda, pero en España apoyan suicidios por el solo deseo de proteger el interés acreedor de sus bancos en España. Y finalmente puse de relieve mi opinión de que este no es un problema generado solo por España (aunque somos los principales responsables), sino que el monstruo no habría crecido sin el concurso de la banca, la política y la ciudadanía europea (la primera por acción y la última por omisión) y no se podrá resolver sin una actitud responsable de la UE y la ciudadanía de los estados miembros.
    Como  botón de muestra reproduzco el tenor de lo dialogado con varios congresistas. Nos preguntaban a los españoles ¿como habéis podido llegar a esto?. Por razones meramente financieras y con la connivencia de un poder político no muy vigilado por una ciudadanía apática, les respondíamos. Ahora ¿habrá que alquilar todas las viviendas que se puedan vender? nos decían, en términos de obviedad no debatible. A lo que les respondíamos, no creemos que el equilibrio de poder político-financiero en España esté caminando en esa dirección. Y nos repreguntaban, ¿entonces todo esto lo va a pagar el contribuenye español?. A lo que les contestábamos que en buena medida si, pero que también iba a poner una buena parte el contribuyente europeo. Algunos, ya un poco indignados, nos preguntaban ¿porque tengo yo que rescatar este desastre español si personalmente yo no lo he impulsado? A lo que les respondíamos que nosotros personalmente tampoco lo habíamos impulsado. Y que, es más, algunos llevábamos una década denunciando este despropósito español financiado con dinero europeo a la búsqueda de ganancias inmensas en un tiempo muy corto y con garantía soberana. Cosas como estas ponen el espíritu europeista de cualquiera a prueba. Pero no puede ser que la UE sea interesante para vender sus productos en épocas alcistas y mala cuando toca recoger la mierda generada por muchos, entre otros financieros e inversores privados que viven a cientos/miles de kilómetros de España (o de Irlanda, caso que comparte muchas similitudes con el nuestro).
    Estas notas son forzosamente parciales y claramente personales. Pero es lo que me ha quedado más presente, pasadas ya unas semanas desde la clausura del evento. El año que viene el congreso es en Edimburgo (Escocia). Salvo estallido socio-político en España, me atrevo a decir que nosotros en materia de vivienda no estaremos en el verano del 2014 mejor de lo que estamos en el del 2013. Como siempre, espero estar equivocado en mis pronósticos negativos.


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    A finales de juinio tuve la suerte de poder estar en Lillehammer (Noruega) en la conferencia anual de la Red Europea para la Investigación de la Vivienda (ENHR en sus siglas en inglés). Hasta lo que yo sé, es la red europea más grande de investigadores de las muchas y variadas implicaciones que tienen las políticas públicas y mercados de vivienda. Y, amén de otros encuentros presenciales de menor tamaño y del trabajo constante (gracias a las nuevas tecnologías) en grupos monográficos, una vez al año se reune en conferencia vamos a llamarla general.

    La presencia española en la ENHR es más bien modesta. Muy por debajo del peso económico y demográfico de España. Lamento ser un poco cínico, pero creo que los académicos españoles jóvenes que saben inglés y tienen cosas que decir no tienen dinero y "ranking" como para hacer este tipo de viajes (las universidades no los financian si no se presentan artículos o ponencias, las mismas no se pueden colocar si no se tiene influencia  y la influencia ...). Y los académicos españoles adultos que si disponen del dinero y de poder dentro de nuestras universidades o no saben inglés o no se quieren tomar la molestia de trabajar con colegas de más de dos docenas de países. Obviamente, estoy generalizando, pues hay académicos veteranos españoles en esta red (muchos de nuestros maestros), además de algún joven (aunque muchos menos de los que podría haber). Sea como fuere, dada la anemia histórica de nuestras políticas públicas de vivienda (en realidad política industrial al servicio de la producción de nueva vivienda para incentivar el PIB y el empleo), es bastante normal que tengamos no muchos y no muy escuchados académicos dedicados full time a la vivienda. Por lo tanto, también es normal que en las redes europeas seamos menos en número e influencia de los que deberíamos ser.

    Yo no soy ni jóven, ni académico (profesional), ni influyente. Pero algunos amigos (gracias Montse) consideraron conveniente pedirme que prsentara una ponencia en el plenario del congreso. Cosa que hice encantado (aunque con unas décimas de fiebre y una buena paliza de viaje -Bilbao/Extremadura/Madrid/Oslo/Lillehammer- en el cuerpo).

    Mi ponencia plenaria tuvo por título: LOS IMPACTOS SOCIALES DE LA CONFUSION FINANCIERA E INMOBILIARIA: UN ASUNTO NO PRESENTE EN LA AGENDA POLITICA ESPAÑOLA. Os dejo el programa del plenario, así como el de los grupos de trabajo y el libro de resúmenes de los artículos entregados y debatidos en el congreso.

    También os dejo el texto (en inglés) de mi presentación. No digo nada nuevo en relación a las tesis que vengo sosteniendo en los últimos años. Aunque procuré prepararlas para el público europeo. Algo a lo que me ayudó en gran medida la profesora de la UPV-EHU y doctora en economía regional Arantxa Rodriguez Alvarez, con quien espero presentar parte de este material convertido en un artículo doctrinal en algún próximo congreso.

    Me dejó bastante frustrado comprobar como el manifiesto desastre territorial, urbanístico y residencial español fue tomado por una parte del auditorio como una "rareza española". A algunos les pareció que no podía ser cierto todo lo que estaba contando (demasiado duro como para ser cierto). Otros lo encontraron hasta "gracioso". Y supongo que algunos pensarían que no atino a ver la realidad en toda su complejidad. Yo traté por todos los medios, aunque se ve que con poca eficacia, de argumentar y probar que el desastre del ladrillo español sería inexplicable sin el papel de la banca europea (fundamentalmente alemana y francesa). Así que, lo que a bastantes les pareció una rareza española, es, en realidad, una externalidad claramente europea. Bueno sería que en ambientes académicos y políticos europeos se tuviera claro que mucho de lo que ha pasado en California, Florida, Irlanda, Islandia o España es imposible de explicar sin lo que llaman la "comodification" de la vivienda (vivienda como producto financiero, marginando su valor de uso y despreocupandose de las externalidades socio-territoriales que se producen a largo plazo).

    No me siento autorizado para hacer nada que se parezca a un resumen de los tres días de congreso. Primero, porque estuve casi los tres enfermo. Segundo, porque un evento de este cariz es inabarcable. Y en tercer lugar, porque se algo de políticas y mercado de vivienda español, pero no paso de primero de preescolar en cuanto al enfoque comparado europeo se refiere.

    Si que me atrevo a compartir impresiones personales.

    En primer lugar, decir que muchos de los defensores del libre mercado y la retirada de la intervención pública del campo territorial, urbano y residencial empiezan a admitir en público y ante sus colegas que los resultados de ciertos procesos de liberalización y/o privatización no están siendo buenos. Ni la vivienda es más accesible para la población. Ni los mercados son más eficientes. Ni la retirada estatal reduce en exceso los gastos públicos (en sentido integral -tiempo y espacio-). Y, sobre todo, la conversión de la vivienda en un producto financiero, a escala macro y en un horizonte temporal amplio, tiene efectos económicos y sociales letales. No creo que debamos extendernos mucho sobre este asunto, teniendo la crisis el origen que tiene (complejo financiero-inmobiliario europeo).

    Por otra parte, algunos de los defensores de la intervención pública, a diferencia de lo que ocurre habitualmente en España, no confunden público con estatal o social con voluntariado. Me ratifico en lo que he dicho muchas veces en este blog sobre el interés que tienen (no solo en ámbito de la vivienda) las iniciativas privadas sin ánimo de lucro y altamente profesionalizadas a la hora de poder ayudar al Estado en la prestación de servicios públicos universales, de calidad y sostenibles. Produce envidia, cuando no sonrojo, comprobar que en varios países europeos este tercer sector es tan fuerte que tanto el Estado como las entidades financieras recurren a sus servicios profesionales para tratar de hacer las cosas bien en materia de vivienda.

    Me atrevo a sugerir a políticos, ideólogos y académicos españoles (en particular a los de izquierdas) que defender la acción del estado tal y como esta era en el último tercio del siglo pasado en la parte rica de Europa no es, en realidad, defender lo público en los inicio del siglo XXI. No suscribo las posiciones privatizadoras turboneoliberales. Pero el numantinismo de algunos defensores de lo público pasado es tan o más peligroso que lo anterior. Por ello, el tercer espacio (público, social, no mercantil, profesionalizado, no estatalizado y cívico) creo que debe ser tenido muy en cuenta, no solo en las políticas públicas de vivienda.

    Me sorprendió la amplia presencia de los países emergentes en la conferencia. Bien a través de sus académicos, bien mediante académicos europeos que estudian esas realidades residenciales. Turquía, China, Brasil, India, etc estuvieron muy presentes en el debate. No tengo opinión formada y sólida al respecto. Pero si se me permite la coña, me dió la impresión de que algunos de estos países están dispuestos a cometer todos los errores que los occidentales hemos cometido en la materia y los suyos propios. Ya digo, opino solo de oídas.

    No sé si en la conferencia había mucho indignado y altermundista o me topé yo con todos. Pero fue interesante charlar con islandeses, irlandeses y griegos (no me topé con portugueses). La verdad es que siendo muy diferentes, nos sentíamos bastante iguales. Creo que todos sabemos porque. Y no compartimos optimismo precisamente.

    Y como nota lúdica diré que el Congreso me permitió conocer Lillehammer y Oslo, dos partes de Noruega, un país, vamos a decirlo así, bastante diferente al nuestro. Sirva como botón de muestra de una de sus rarezas (la democraticidad de su cívica democracia) que en los jardines del parlamento y el palacio real la ciudadanía hace tranquilamente picnic ... 

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