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¿VIVIENDA PUBLICA: SORTEO, BAREMACION O SISTEMAS MIXTOS?

2 comments

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Recientemente el Gobierno Vasco ha anunciado que modificará el sistema de adjudicación de la vivienda protegida en Euskadi. Me gustaría comentar, tanto los cambios introducidos, como las grandes variables de este debate, que puede parecer técnico, pero no lo es tanto.

Por encuadrar el debate, debemos partir del hecho de que las políticas públicas de vivienda europeas tradicionales han adjudicado su parque de vivienda pública, social, asequible, etc (que era y es siempre de alquiler) fundamentalmente mediante la BAREMACION. Se reciben solicitudes de demandantes de vivienda y se ordenan en función de la necesidad, atendiendo a diferentes tipos de criterios: ingresos, patrimonio, hijos, ascendientes a su cargo, antiguedad en la petición de la vivienda, discapacidades físicas o psíquicas, pertenencia a determinados colectivos (familias monoparentales, divorciados, familias numerosas, etc).

Este sistema de baremación y reparto de las viviendas de las que dispone el sistema público se puso en marcha hace bastante más de medio siglo y partía de la base de un parque público de varios millones de viviendas en alquiler muy asequible. No es que hubiera viviendas para todo el que las pidiera-necesitara, pero casi. Para que nos hagamos una idea, buena parte de las clases medias de la segunda mitad del pasado siglo en la UE vivían en estas casas. Con las décadas, las viviendas han ido escaseando (ya desde la revolución neoconservadora de los 80 del pasado siglo, se ha vendido parte de los parques públicos y no se han repuesto las unidades liquidadas al mismo ritmo) y las solicitudes no han disminuído o incluso han crecido. Ahora, por ejemplo, en toda la UE estamos en máximos históricos.

En principio pudiera parecer que el sistema de baremación tienen como principal virtud el de ser el sistema más justo y como único inconveniente el de no poder atender a todos los demandantes si no se cuenta con parque de vivienda suficiente. Sin embargo, la literatura científica europea, ya desde hace muchas décadas, describe como principal lacra de este sistema de adjudicación de vivienda pública (insisto, siempre en alquiler), incluso en sus décadas gloriosas de amplios parques públicos de vivienda, la creación de dinámicas de segregación o discriminación socio-espacial. Aunque sea una cierta caricatura, si la vivienda pública en alquiler se adjudica siempre a la gente con menos recursos y además todos ellos viven juntos en edificios y calles con mucha o solo con vivienda social en alquiler, acabará habiendo procesos expresos o sutiles, públicos o privados, formales o informales, de discriminación de estos barrios y sus pobladores. Si a eso le añadimos que muchos de estos parques públicos de alquiler social adjudicados mediante baremo están físicamente muy dañados, en las partes deficientes de la ciudad, mal comunicados, mal dotados, etc, es evidente que el baremo, el alquiler social y cierta miopía pública sostenida en el tiempo han creado grandes problemas sociales e incluso políticos. Solo por poner un ejemplo, los jóvenes que incendiaron los suburbios franceses en 2005 vivían casi todos en este tipo de barrios, entonces y hoy especialmente castigados por el paro juvenil. Y solo por seguir con los ejemplos, la mayor parte de los gestores públicos franceses a los que he atendido en visitas a Euskadi me dijeron en privado que el baremo parece justo, pero no lo es.

Frente a esta tradición, en España no hemos tenido masivos parques de alquiler social y la mayor parte de la vivienda que podrían encajar en la categoría de vivienda social (la vivienda protegida) se ha adjudicado en propiedad (con descalificación y conversión en vivienda libre a los pocos años). Pues bien, la vpo en España tradicionalmente se ha adjudicado durante años sin sistema reglado alguno, lo que ha dado lugar a todo tipo de curruptelas y clientelismos. En las dos últimas décadas se ha introducido como mal menor el SORTEO. Y digo mal menor, pues los sorteos nacen ante la evidencia de una demanda de vivienda pública que supera con mucho las unidades disponibles por parte del sector público y con la voluntad de evitar los fraudes y corruptelas que habían sido habituales. Ergo, el sorteo era y es un mal sistema de adjudicación de vivienda (se sortea el disfrute de un derecho constitucional), pero es un sistema tranparente, claro y controlable de adjudicación de una vpo escasa entre un público desbordante. Esta por ver si es el menos malo de los sistemas. 

Entre los detractores del sorteo se tiene la imagen de que la injusticia es frontal, pues simple, llana y sencillamente pueda parecer que las viviendas se adjudican como en el bingo, sin tener en cuenta ninguna de las características de los demandantes. La realidad es que bastantes CCAA y CCLL regulan la adjudicación de vivienda protegida a través de lo que podríamos llamar SORTEOS PREBAREMADOS. Estamos ante un sistema mixto en el que los demandantes tienen más o menos posibilidades de ser adjudicatarios de vivienda protegida en función de sus circunstancias sociales y económicas. Sirva como ejemplo la forma en la que Etxebide ha adjudicado vivienda protegida en Euskadi hasta la fecha, para comprobar que estamos ante sorteos en los que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades de acceder a una vivienda protegida y se prioriza a las personas con más necesidad.

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Pues bien, con todo esto en la trastienda histórica, el Gobierno Vasco anunció el pasado 1 de mayo que, a partir de ahora, la vivienda protegida en alquiler vasca se va a adjudicar por baremo y no se va a sortear y la vivienda protegida en venta o en derecho de superficie se va a seguir sorteando. No ha habido mucha repercusión del tema en la prensa vasca o española, pero sospecho que a mucha gente le habrá agradado la noticia. Las viviendas se van a adjudicar a quien más la necesita. Por fin triunfa la justicia social y el sentido común. Pero, sin perjuicio de lo ya establecido (dinámicas de segregación socio-espacial), hay que añadir en el caso vasco o español, que dada la brutal economía sumergida y el desmedido amor por el fraude fiscal que hay entre nosotros, el baremo tiene otro peligro adicional (adjudicar vivienda a familias que parecen tener pocos recursos cuando los tienen), solo sorteable con un aparato administrativo poderoso y proactivo. Y por añadir un factor más para formarnos una opinión, en Euskadi la segunda mitad de la pasada década fue prolífica en la producción de un incipiente parque público de alquiler, pero la crisis ha detenido de forma severa esta dinámica. Con lo que el Gobierno Vasco establece el baremo como sistema de adjudicación de vivienda de un parque público de alquiler en estos momentos en serias dificultades. Parece que se ha optado por ser "más puros", pero con menos unidades. Y uno no tiene claro si hay una legítima apuesta estratégica o solo cálculo comunicacional a corto plazo (en unos meses hay elecciones en Euskadi).

Para finalizar, una muy buena noticia: el sistema de baremación y adjudicación directa sin sorteo de vivienda protegida que parece anunciarse en Euskadi tiene muy interesantes potencialidades a la hora de luchar contra el fenómeno de exclusión residencial más duro del momento: los desahucios. En este terreno, el Gobierno Vasco ya ha anunciado que las familias empobrecidas por la crisis y en riesgo de perder su vivienda por ejecución hipotecaria instada por un banco podrán recibir una vivienda protegida en alquiler, sin necesidad de pasar por el sorteo. A mi juicio, la medida es de pura justicia material: atender en materia de vivienda de forma preferente a los más dañados por la crisis. Obviamente habrá que hacer seguimiento al asunto. Pues una cosa son los titulares de prensa o la voluntad política (que puede ser genuina) y otra la cruda realidad de unas AAPP presas de los recortes diarios ofrecidos al altar del salvamento público de la banca privada. Es claro que en los últimos años el contribuyente ha salvado siempre a los bancos y nunca a los desahuciados por los bancos. Veremos como evoluciona esto en el futuro, aunque el equilibrio de fuerzas hoy es el que es.

Volviendo al tema de los métodos de adjudicación, si dejamos de lado el parque público de vivienda en alquiler (hoy en severas dificultades en las CCAA donde empezaba a nace y mera categoría teórica en otras muchas), la movilización de vivienda vacía privada hacia el alquiler social (Bizigune en Euskadi, hoy sometido a las incertidumbres que plantea la convivencia con el nuevo programa de intermediación pública de vivienda privada en alquiler ASAP) o las viviendas en derecho de superficie (una especie de alquiler público vitalicio, hoy en proceso de venta en Euskadi y otras CCAA), lo que nos queda es el grueso del parque público de vivienda: la vivienda protegida en venta. Pues bien, este tipo de vivienda en Euskadi desde hace más de una década debe sortearse (con prebaremación), para evitar fraudes por todos conocidos en los sorteos de promotores privados, cooperativas y ayuntamientos. No quiero decir que todos los promotores, cooperativas o ayuntamientos cometieran irregularidades en la materia. Nada más lejos de mi intención y de la realidad. Siempre hay que diferenciar entre los justos y rectos y los golfos. Pero de los últimos ha habido y no pocos, unos a las búsqueda del dinero fácil y otros a la búsqueda de votos de estómagos agradecidos. Para todo este tipo de disfuncionalidades, hasta la fecha y por más de una década, en Euskadi teníamos una serie de medidas de protección. Entre otras debemos citar: los propios sorteos, la adjudicación de la vivienda protegida siempre que se podía en alquiler o derecho de superficie, la compra de toda la vivienda protegida que se vendía en el mercado y su readjudicación a un demandante (visado de las segundas y posteriores trasnmisiones y ejercicio del derecho de tanteo y retracto), la inspección del uso del parque de vivienda protegida y la imposición de sanciones e incluso expropiaciones en el caso de incumplimiento de la función social de este tipo de propiedades.

Pues bien, en la ciudad de Vitoria-Gasteiz (la mayor bolsa de vivienda protegida de Euskadi) la vpo se vende en las inmobiliarias sin el control de antaño del Gobierno Vasco, el Gobierno Vasco ya no compra la vivienda protegida en venta y se la adjudica a un nuevo demandante, las cooperativas y los ayuntamientos ya no van a tener que sortear la vivienda protegida que ellos sortean. Y así un largo etc de medidas que apuntan a que la vivienda protegida en venta se puede ir convirtiendo progresivamente en lo que nunca debe ser: un producto más del mercado.

Si sumanos las dos tendencias: baremación y adjudicación directa de la escasa vivienda protegida en alquiler y mercantilización de la relativamente abundante vivienda protegida en derecho de superficie y propiedad, el cuadro es, cuando menos, preocupante en términos de equidad, eficiencia y aficacia.

No me cabe la menor duda de que la crisis apreta de lo lindo a las AAPP en general y en materia de vivienda en particular. No tengo ni la más mínima duda sobre la honestidad de los gestores públicos de vivienda del actual Gobierno Vasco y de muchas otras AAPP. Y no me cierro en absoluto al cambio y las nuevas técnicas. Pero creo intelectualmente honesto recordar que la baremación de la vivienda social en alquiler ha supuesto en toda la UE segregación socio-espacial (gentrificación lo llaman ellos) y que la mercantilización y desregulación de la vivienda protegida en venta en España siempre ha acabado en el lodazal de la corrupción y el clientelismo. 

Como siempre espero estar equivocado en lo negativo que veo venir y acertado en las cuestiones positivas que me parece que están por llegar. 

 

 

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Comentarios

  • Sr. BURON,

    Tengo entendido que los procesos de gentrificación son precisamente lo contrario. Éstos suceden cuando se "acicala" un barrio popular céntrico, de modo que el lavado de imagen lo hace atractivo, aumentando con ello la demanda de todo tipo de inmuebles en la zona. La consencuencia es que acaban instalándose clases de nivel medio alto, sustituyendo en el medio plazo a las clases populares.

    Saludos.

  • No se de donde puede venir el equívoco XXL. Tu y yo entendemos exactamente lo mismo por el concepto gentrificación. Un saludo. JBC

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