Llevamos unos días viendo como un grupo de usuarios de vivienda protegida en alquiler de Vitoria-Gasteiz (se autodenominan AUVSE) critican la calidad de las viviendas en las que viven, los alquileres que pagan (por caros), la gestión de Alokabide (sociedad dedicada al alquiler de vivienda protegida y participada por el Gobierno Vasco), el sistema de cálculo de los alquileres(progresivo), una pretendida discriminación en relación al resto de demandantes de vivienda protegida y un largo etc de otras quejas.
Estas críticas ha tenido amplio eco en los medios de comunición (1 y 2) y en el Parlamento Vasco (1 y 2). Nadie se ha preocupado de contrastar si las afirmaciones vertidas por los miembros de esta asociación son ciertas o no. Simplemente como hacían daño al Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco y a EB Berdeak se utilizan y punto.
Pues bien, desde mi modesto blog quiero hacer unas puntualizaciones:
1.- Las rentas medias de los inquilinos de vivienda protegidas sociales están bastante alejadas de los precios del mercado libre, tal como indican las estadísticas. Ponemos un ejemplo para que sea fácilmente comprendido por la ciudadanía. Una persona que percibe al año 13.129,37 euros (media de las personas alojadas actualmente en promociones de Alokabide), debe pagar 238,92 €/mes de renta. A esa cantidad se añadiría el IBI (9,94€/mes) y los gastos de comunidad (54,28 €/mes), con lo que la renta media final es de 303,13€/mes. Estamos hablando de unos pagos totales, por todos los conceptos, un poco por encima del 25% de los ingresos de esa persona o familia. En consecuencia, y teniendo en cuenta que la renta media en el mercado libre supera los 800 €/mes, resulta cuando menos cuestionable decir que "las rentas son cercanas a las del mercado libre".
2.- Los inquilinos del parque de vivienda protegida, a día de hoy, pueden participar en los sorteos municipales o del Gobierno de vivienda protegida en propiedad o derecho de superficie. Es decir, su condición de inquilinos del parque protegido no daña su posibilidad de acceder a una vivienda protegida en propiedad o derecho de superficie.
3.- El Sr. Gago (presidente de la AUVSE) llega a decir que "si en la vivienda vive una segunda persona que tiene ingresos de entre 9.000 y 15.000 euros anuales, el alquiler se dispara a más de 800 euros". Nuevamente, el Sr. Gago trata de confundir a la sociedad. Como se ha señalado anteriormente, Alokabide fija una renta a cada inquilino en función de los ingresos (en torno al 25% del total de los ingresos). Después opera una regla que la ciudadanía comprende y apoya: a más ingresos, más renta y viceversa, a menos ingresos, menos renta. Se trata, en definitiva, de un modelo más justo que el que se aplicaba hasta 2002. Hasta ese momento, los inquilinos pagaban el alquiler inicial, actualizado por el IPC, pero con desconexión total de sus ingresos. Así, personas o familias con ingresos muy elevados vivían en pisos del Gobierno Vasco pagando precios irrisorios y considerando, además, que tenían derecho a hacerlo de por vida. Por suerte esa situación se corrigió, pero tal vez el Sr. Gago preferiría que no fuera así.
4.- Afirmar que Alokabide "hace un negocio redondo" es faltar a la verdad de una manera flagrante. Más aún cuando se dice que Alokabide "es una empresa participada al 50% por las cajas vascas y éstas, lógicamente, buscan más el negocio que el fin social". Se está poniendo en cuestión la integridad de una sociedad cuyo fin social es incuestionable. Las personas que, como el Sr. Adolfo Gago, disfrutan de una vivienda protegida en alquiler, lo hacen gracias a la solidaridad de todo el conjunto de la sociedad, que a través del aparato público posibilita unos alquileres entre dos y tres veces inferiores a los del mercado. Promover vivienda en alquiler social no da beneficios, es por ello que el Gobierno Vasco acomete actualmente esta tarea en prácticamente solitario. Si esta actividad, la promoción de vivienda protegida para su puesta en alquiler, fuese un negocio redondo, como aduce el Sr. Gago, muchos serían los agentes privados y públicos que se dedicaran a este menester. Sin embargo, a día de hoy, y pese a las cuantiosas ayudas del Gobierno Vasco al alquiler, solo el propio Gobierno, Alokabide, la obra social de la Caja Vital y los Ayuntamientos de Donosita y Bilbao tienen parque de vivienda protegida en alquiler.
5.- Alokabide es una sociedad dedicada exclusivamente al alquiler y su parque presente y futuro de viviendas protegidas se va a dedicar solo a este fin: el alquiler protegido.
6.- En cuanto a instalaciones comunitarias, es necesario recalcar que todas las instalaciones del edificio tienen los correspondientes Certificados-de cada instalación- firmados por los técnicos competentes (instaladores autorizados y dirección facultativa de la obra).
7.- En relación a las promociones que Alokabide destina al alquiler hay que recordar que todas ellas son nuevas y han sido promovidas solo para ser alquiladas, siendo sus primeros inquilinos las personas que las han estrenado.
8.- Finalmente, ante la caracterización hecha por el Sr. Gago de Visesa como deficitaria y Alokabide como poseedora de superávit, es necesario aclarar que Visesa es una sociedad con superavit (en el año 2002 tenía importantes pérdidas y la sociedad ha sido saneada) y Alokabide tiene en estos momentos un pequeño déficit que va a eliminar en los próximos ejercicios. La buena gestión pública pasa por no crear déficits excesivos, por gestionar de forma responsable y por conciliar la rentabilidad social con la económica.
Eso es lo que precisamente se ha logrado con Visesa y Alokabide La realidad es que, por mucho que el Sr. Gago trate de retorcerla, Alokabide permite hoy en día que 1.364 familias vivan en una casa nueva y moderna (ese sería otro elemento a tener en cuenta) por una renta media inferior a los 300 euros. Si no existiera esta sociedad, cada una de ellas se vería obligada a pagar 800 euros, con lo que ello conllevaría.
Y en este punto le hago las siguientes preguntas concretas al Sr. Adolfo Gago, presidente de la AUVSE:
- ¿cuales son sus ingresos anuales?
- ¿que cantidad debe abonar a Alokabide en concepto de alquiler mensual?
- ¿que porcentaje representa este pago en sus ingresos mensuales?
- ¿adeuda usted cantidades a la comunidad?
- en caso afirmativo ¿a cuanto ascienden estas deudas?
- ¿que alquiler consideraría justo pagar en su caso a Alokabide?
Y hago extensiva la última de estas preguntas a todos los usuarios de este blog: ¿cual pensáis que debe ser el sistema de cálculo de los alquileres de las viviendas protegidas? ¿A cuanto debe ascender el alquiler de una vivienda protegida para ser justo socialmente?
Espero vuestras respuestas con mucho interes.
ACTUALIZACION 10/12/2007: el diario El Correo publica hoy su propia encuesta (sin valor científico, ciertamente, pero interesante) sobre este tema
¿QUÉ ALQUILER TE PARECE JUSTO COBRAR POR UNA VIVIENDA SOCIAL?
José María Montoya (Bilbao)
El actual sistema me parece correcto: pagar en función de los ingresos que tenga la familia. Es lógico que los que más cobren más paguen. Creo que la gente que accede a estos pisos no puede quejarse. Tienen una casa, con trastero y garaje, por mucho menos de la mitad de lo que yo pago por mi hipoteca, gracias al dinero de todos. Así que no veo bien que protesten. Si no les interesa, que salgan a la calle a buscar un piso de venta libre, como hemos hecho el resto. Nadie les obliga a vivir en esas viviendas.
Mari Sol Ruiz (40 años Portugalete)
Me parece que pagar de media 300 euros es razonable. Todos los pisos públicos deberían gestionarse de esta manera, en alquiler, nada de venta. Deben de ser un recurso temporal para que la gente pueda salir de casa de sus padres y emprender una nueva vida.
Juien Golkoetxea (30 años Bilbao)
¿Les parece mucho 300 euros? Pues entonces me imagino que todas las personas que viven en esos pisos viajan en transporte público porque no se pueden permitir un coche, no van nunca de vacaciones ni tienen una televisión de plasma. Si el dinero no les llega para ahorrar, seguro que no pueden permitirse ningún capricho.
Javier González (42 años Vitoria)
Llevo varios años viviendo en un piso de alquiler social en un pueblo alavés y hasta ahora no he tenido ninguna queja. El precio que pago, 460 euros, se ajusta bastante a mi economía. Sin embargo, conozco a otras personas que no están de acuerdo con la cuota de alquiler que deben abonar, pero pienso que exageran. Les han dado viviendas prácticamente nuevas, con un equipamiento de lujo, en comparación con la mía. Creo que las quejas no están del todo justificadas. Tal vez deberían recortar otros gastos, como comprarse un coche de 20.000 euros o pedir un préstamo para ir de vacaciones.
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