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REFORMA LABORAL: ¿APUNTANDO EN LA DIRECCION EQUIVOCADA?

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Parece ser que en unos días tendremos por Decreto Ley una nueva reforma laboral.

Las propuestas que parecen que tienen más papeletas para acabar siendo parte del nuevo modelo laboral español apuntan hacia algunos de los problemas reales del mercado laboral español (paro-subempleo y temporalidad), aunque ya veremos si se les van a aplicar las medidas adecuadas (flexibilización normativo-judicial y abaratamiento económico del despido, penalización de la contratación temporal y fomento de la contratación indefinida y flexibilización funcional y territorial del trabajo). Otras de las medidas que se manejan no parecen problemas de nuestro mercado laboral (vg. desapoderamiento de los sindicatos a través de diluir la negociación colectiva). Y finalmente otro grupo de cuestiones se manejan de forma un tanto vaporosa, más bien como zanahorias para aceptar los palos anteriores (sistema alemán de amortiguación del despido -a través del mantenimiento del empleo por menos horas en la misma empresa cuando esta está en crisis- o sistema austriaco de financiación del seguro de desempleo-a través de un seguro cofinanciado por empresa y trabajador que cubre parte del desempleo y parte de la jubilación o salida del mercado laboral-).

A mi juicio, todas estas propuestas apuntan, no a la flexiseguridad de la que tanto nos hablan (alto empleo y bajo paro, despido barato y rápido para el empresario a cambio de seguro de desempleo, formación y garantía de nuevo trabajo para el trabajador), sino a la "flexiflexibilidad"(despido barato y rápido, salarios medios más bajos y con menores crecimientos, alto desempleo, alta temporalidad, alta economía sumergida, desprotección y banalización del trabajo como recurso económico y fuerte competencia darwinista por el puesto de trabajo). Una vuelta de tuerca más en la batalla entre las rentas del capital y las del trabajo a favor casi solo de unas de ellas.

Más allá del juicio moral que todo esto me suscita, lo que me llama poderosamente la atención en términos estrictamente económicos es que casi nadie hable de uno de los problemas más acuciantes que tiene la economía y el mercado laboral español: la baja productividad relativa de nuestra fuerza de trabajo (o lo que es lo mismo, de nuestra economía). El gráfico que abre este post contiene una estadística de la OCDE que nos indica cuanto camino nos queda a los españoles hasta llegar a la banda de los 50-60 dólares de PIB aportado por cada hora trabajada. Tengamos en cuenta que en los datos de productividad del 2007, en el caso de España, hay que restar a los 42 dolares/hora buena parte del valor artificial de nuestro PIB ligado a la burbuja inmobiliaria.

En España estamos-pasamos-perdemos en el trabajo muchas horas (de los que más en la UE), nuestros horarios son demenciales (impiden conciliar la vida laboral con la familiar, con la salud, la actividad social, lúdica, política, etc), la flexibilidad horaria, funcional, geográfica, etc brilla por su ausencia, el absentismo laboral es muy fuerte, hay muchas de las horas en la empresa no son de trabajo en absoluto, las personas no son el centro de nuestras empresas a pesar de que el conocimiento es el centro de la actual economía globalizada, no se potencia de forma adecuada la serie lógica formación-innovación-valor añadido y, por lo tanto, más allá de algunas excepciones que ojala se generalicen, no estamos bien situados en los sectores vanguardistas de la economía.

Pues bien, si no incrementamos nuestra productividad y competimos de forma equilibrada y sostenible con los países líderes en generación de valora añadido, tendremos que competir con los países situados en sectores, productos y servicios maduros a través de unos costes de producción baratos. Ergo, puede que los españoles debamos empezar a preguntarnos si queremos ganar salarios de la zona euro, libra o dolar o si por el contrario queremos ganar salarios de la zona yuan, rupia, real y rublo. Asusta mucho que este debate no esté presente en todo lo que estos días se está hablando y decidiendo sobre el mercado laboral español. Pero es lo que hay.

 

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