Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

CASPAIN: reflexiones de un autodeterminista, unionista y federalista.

2 comments

españa,cataluña,derecho de autodeterminación,independencia,estado federal,federalismo,independentismo,centralismo,autonomismo

 

Soy vasco y con una pasión por la política bastante acentuada, así que estoy bastante entrenado en eso que en mi tierra llamamos el debate identitario, la territorialidad, el estatus jurídico-político y cosas así. Por ello, lo que está ocurriendo ahora en Cataluña y el resto de España no me pilla precisamente de sorpresa.

Antes de hablar de estas cosas, vaya por delante mi filiación, para que nadie diga que hablo sin especificar mi punto de partida. Soy de Basaui, por lo tanto bizkaitarra (vizcaíno) y vasco. No necesito que de esas tres cosas nadie me de el carnet oficial. Me sobro y me basto. Me siento bastante bien con mi vasquidad de última generación, pues mis padres son castellanos felizmente replantados en Euskadi hace ya muchas décadas. Hasta aquí las evidencias naturales, más bien no escogidas, sino impuestas por el azar. También me considero español (sector crítico, que de eso va este post) y muy europeo (mucho más desde que viví una año en Bélgica rodeado de cientos de estudiantes Erasmus). Con menor nivel de intensidad, también me parece que soy occidental (a lo que supongo que contribuiría mi año de estancia en los EEUU de Norteamérica, a pesar de muchos pesares, un país extraordinario). Soy un ser humano más, de los muchos que hay, e intelectualmente coincido con la doctrina universalista. Y finalmente vienen las elecciones personales, o no tanto (genética, familia, entorno condicionan mucho más de lo que pensamos). Soy cristiano, de izquierdas, medio jurista medio economista, muy político, ahora empresario y del Barça (sin por ello dejar de ser admirador del Athletic). He vivido en varias ciudades españolas (Gasteiz, Madrid y Bilbao) en diferentes épocas de mi vida. Osea que estoy bastante bastardeado, gracias a Dios, pues en lo puro no hay futuro.

Dicho todo esto, paso a la tesis de este post. Yo defiendo el derecho de autodeterminación o derecho a decidir por razones meramente de higiene democrática. Si una parte de un estado, territorialmente localizada, tiene dudas sobre su pertenencia a un proyecto estatal y quiere dirimirlas en las urnas, un demócrata no puede sino apoyar tal referéndum. Dicho esto, diré que si me toca votar en uno de esos referenda yo votaré seguir perteneciendo a España, aunque cierta España cada día lo pone más difícil. En términos generales, diré que me parece que es mucho más lo que nos une que lo que no separa. Y en el terreno del pragmatismo, creo que es mejor pelear juntos que amigablemente separados. Y finalmente diré que soy federalista. Creo que hay una serie de cuestiones fundamentales que es mejor que las decidamos y gestionemos entre todos y otras, muchas de ellas no precisamente menores, que es mejor que cada uno las lleve a su aire, siempre que se respeten unos determinados mínimos/límites/solidaridades. Y mi federalismo lo es "hacia abajo" (visión crítica de nuestras CCAA) y también "hacia arriba" (visión crítica de nuestra UE). Dicho todo lo cual, podemos decir que yo soy autodeterminista, unionista y federalista. Una mezcla, que aunque parezca exótica, es mucho más frecuente de lo que creemos en buena parte de España (Euskadi y Cataluña incluidas).  

Vayamos con el título de este post: CASPAIN, mezcla de caspa y Spain (con aromas de pain -dolor en inglés-). Arranco con claridad: reitero que es imposible impedir por métodos democráticos que una parte de un Estado que tiene dudas sobre su voluntad de seguir perteneciendo al mismo las dirima en un referéndum. Y como es imposible, adelanto que en Cataluña y Euskadi, antes o después, habrá referenda. Lo de Galicia me parece más dudoso, pero si la caspa sigue avanzando puede hasta darse. Y si los referenda de autodeterminación se van a producir, lo mejor que podemos hacer los autodeterministas/unionistas/federalistas es crear un caldo de cultivo favorable a la permanencia de todos los territorios actuales dentro de España. Por decirlo clarito, los federalistas nos deberíamos plantear referenda para ganarlos. No como una amenaza (separación), sino como una oportunidad (mejor unión). Pero aquí nos encontramos con una dificultad ya presente en el pasado, pero ahora innegable. Y sigo hablando con claridad: buena parte de España y de los españoles son tal caspa que animan muy poco a querer tener un proyecto estatal con ellos. Y lo digo yo que me siento español. Imaginemos el efecto de la caspa en las personas con lealtades nacionales-estatales dubitativas.

A mi juicio, el principal problema en estos momento para la cohesión estatal de España es la omnipresencia y poder de la caspa. Empresarios que solo son especuladores y muñidores políticos de tercera o cuarta generación. 0% empresarios. Políticos paletos, corruptos e ineficaces que no solucionan problemas y se especializan en vivir de crearlos. 0% políticos. Una sociedad civil excesivamente débil y condescendiente con el poder económico y político. 0% ciudadanos (civess que no ejercen el kratos). Medios de comunicación que no son más que envasadores catódicos al por mayor de caspa haute couture. 0% medios de comunicación. Una meritocracia, siendo generosos, muy débil. Un omnímodo poder de los lobbies (bancario, ladrillo-cemento, energía, etc) que lastra tantas posibilidades de desarrollo y bienestar. Un reparto de la riqueza material e inmaterial tradicionalmente injusto y en estos momento empeorando de forma brutal. Una crisis creada por el poder financiero con la aquiescencia servil del poder político y pagada por las clases más populares en forma de reducción de salarios, precariedad laboral, menos y peores servicios públicos, pensiones menguantes y, por encima de todo, miedo y humillación.

Se me dirá que esto no ocurren solo en las CCAA no independentistas y que buena parte de estos males están presentes también en Euskadi y Cataluña. Y esto es innegable. En Cataluña tienen su caspa propia. Y por cierto, algunos de los sucesos casposos catalanes son verdaderamente remarcables. Podría referirme a muchos, pero me quedare con dos. La corrupción no es un fenómeno español que Cataluña sufre por ataque externo. Algunos de los episodios de corrupción más vergonzantes son catalanes por los cuatro costados. Y por citar otro mal de la Cataluña actual que no ha sido exodeterminado, la sustitución de parte de la industria en el PIB catalán por el ladrillo especulativo, el turismo y los eventos no es una imposición "de Madrid", sino algo a lo que se han lanzado muchos catalanes con sumo gusto (y pingues beneficios privados a corto plazo, seguidos de pérdidas socializadas entre la población). Añado una cosa que no es caspa en sentido estricto, pero que juega un papel relevante: el infantilismo de cierto independentismo catalán. "España caca, Cataluña grande, si nos vamos de España todos nuestros problemas se solucionarán por arte de magia". En fin, hay que ser retrasado mental para engancharse a eso. Pero parece que el retraso mental es más abundante de lo que recomendable. Y en lo que a Euskadi se refiere, creo que es de justicia reconocer que hay mucha menos caspa que en otros sitios de España. Pero, dado que sustentamos/sufrimos la ETA post 1978, no creo que debamos dar muchas lecciones en materia de convivencia entre diferentes. Dicho lo cual, humildemente comento que si se tomara ejemplo de como se hacen muchas cosas por aquí (economía, política, etc) nos iría mucho mejor a todos.

Establecido que no solo hay caspa en "Madrid" y que "los catalanes separatistas" (y los demás) tienen su buena ración de ella, queda saber como vamos a jugar este partido. El PP, UPyD, etc lo tienen claro: España es una e inmutable y usarán la Constitución como arma para impedir jurídicamente un problema que es político, afectivo y pragmático. ERC, Bildu, etc legítimamente defienden lo que defiende. PNV y CIU hacen esgrima, tratando de sacar el máximo provecho a la pertenencia a España y la tensión teritorial-identitaria, coquetean con la independencia, pero no creo que la deseen más que como lejana y rentable meta. IU, etc sostienen básicamente la posición que yo he expresado en este post: autodeterminista, unionista y federalista. Y el espacio PSOE tiene un carajal interno de mucho cuidado con este asunto. Dado su peso sociológico y electoral son la clave de bóveda del problema. Y la cosa no tiene buena pinta ...

Llegados a este punto y desde el respeto a los principios democráticos, pero también a la mera inteligencia operativa, España afronta un reto: o se reforma de forma profunda muchos de los pilares del sistema de 1978 o vamos hacia la independencia de algunos de nuestros territorios menos casposos y con una identidad más compleja.

La necesidad de reforma estructural frente a la caspa es algo que compartimos muchos españoles y es lo único que puede garantizar la consistencia del proyecto estatal español. Es más, si de España se marchan Cataluña y Euskadi, habrá que plantearse muy seriamente si merece la pena ser español. Yo no comprendo una España sin Cataluña y Euskadi, sin todos los catalanes y vascos, me gusten o no sus puntos de vista y aspiraciones.

Urge, por tanto, una hermandad de españoles contra la caspa y favor de la profunda reforma constitucional de nuestro estado. En el fondo una alianza de federalistas. Pero como no solo se puede definir algo en función del enemigo (la caspa), diremos que esa hermandad de españoles por una España que merezca la pena debería propugnar la pluralidad y las identidades múltiples sinérgicas, la eficiencia y eficacia, la rectitud y limpieza, la meritocracia, el desarrollo económico sólido, la igualdad de oportunidades que forzosamente implica la existencia de impuestos y servicios públicos similares a los de los países líderes de la UE o la solidaridad entre clases sociales y territorios (aunque sometida a condiciones, objetivos y correcciones -solo esto da para muchos posts-). En fin, Estado Social y Democrático de Derecho, pero de verdad, no de cartón-piedra.

Acabo la perorata: o los partidos políticos dan cauce a esta necesidad de reforma estructural (acabar con la mayor cantidad posible de caspa) o vamos hacia la ruptura dolorosa. Y si estos partidos no sirven es responsabilidad de la ciudadanía cambiarlos o sustituirlos por otros. Porque en el fondo en España reina la caspa porque la ciudadanía permitimos que así sea.

España será reformada o no será. O hacemos la comunidad de vecinos más presentable o habrá vecinos que se mudarán a otra. En nuestras manos está. 

 

ARTICULOS ANTERIORES EN ESTE BLOG QUE TRATAN DE TEMAS RELACIONADOS Y QUE PUEDE INTERESARTE:  

Comentarios

  • Javier, estás que te sales! Muy buena reflexión! Yo apuesto por hacer la comunidad de vecinos más presentable, en cualquier caso. O sea, como bien dices, en positivo, no en contra de nadie, sino porque así es como hay que organizar la convivencia, siempre, no solo para que nadie se vaya o se quede. Quiero decir, de forma democrática, ética, responsable, civilizada, justa (dentro de nuestras limitaciones humanas), solidaria y, ya puestos, higiénica y estética. A partir de ahí, yo también estoy a favor de que cada cual elija. Solo faltaba!

  • Iñaki, la clavas. Hay que enunciar todo lo relativo a este tema en positivo. Eres sagaz. A mi, a veces, me puede la bilirrubina. Un fuerte abrazo. JBC

Los comentarios son cerrados